Hijos de madres con ansiedad tienen más de riesgo de despertarse en la noche

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Autor: Cooperativa.cl

Son más propensos a tener peor calidad de sueños durante el primer año de vida.

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Los hijos de mujeres que sufrieron estrés antes de la gestación son más propensos a despertarse en mitad de la noche y a tener un sueño de peor calidad durante el primer año de vida, según un estudio publicado en la revista Sleep.

Esta alteración del sueño predice la aparición de problemas durante la infancia y afecta también al bienestar de los padres, según sus autores.

En la investigación, llevada a cabo en la población de Southampton, en el Reino Unido, participaron 874 mujeres de entre 20 y 34 años, que habían completado, antes de quedar embarazadas, un cuestionario diseñado para detectar trastornos de ansiedad y depresión.

De ellas, 255 (29 por ciento) padecían alguno de estos problemas.

Después de que dieran a luz, las participantes fueron invitadas a responder cuántas veces se había despertado su hijo entre la medianoche y las seis de la mañana en las dos semanas previas.

Esta entrevista se realizó cuando el niño tenía seis y 12 meses. En total, a los seis meses el 46 por ciento de los pequeños se había despabilado al menos una vez y el 39 por ciento al año.

Al analizar estas cifras en función del estrés materno, los investigadores comprobaron que entre los hijos de las madres que padecían algún trastorno antes de la concepción era más frecuente la interrupción del sueño nocturno.

Un 52 por ciento de ellos se despertaba en mitad de la noche a los seis meses, frente al 43 por ciento de los demás niños; y el 46 por ciento frente al 36 por ciento a los 12 meses.

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El 52 por ciento de los bebés de madres estresadas se despertaba en la noche.

Padres con falta de sueño

Estos resultados, apuntan los autores, "son consistentes con la hipótesis de que la ansiedad y depresión maternas predisponen a la aparición de problemas del sueño en la infancia".

Ninguno de los posibles factores de confusión analizados por los investigadores alteró esta relación.

Los efectos del estrés sicológico preconcepcional sobre la calidad del sueño eran "independiente de los efectos derivados de compartir cama, del nivel educativo materno, del consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo y de la lactancia", señala el estudio.

En suma, los hijos de madres con ansiedad o estrés antes de la gestación tenían 23 por ciento más de riesgo de despertarse en mitad de la noche a los seis meses y 22 por ciento más al año.

Tener un sueño de baja calidad puede afectar al bienestar, a la salud mental y al aprendizaje de los niños y también puede repercutir en la calidad de vida de los padres.

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