El conglomerado, beneficiario de un cuestionado contrato en el Registro Civil de Chile, se encuentra en una agresiva campaña de internacionalización.
El conglomerado indio empresarial Tata dio este miércoles un paso más en su agresiva campaña de internacionalización al adquirir las emblemáticas marcas Jaguar y Land Rover al fabricante estadounidense Ford.
Tras semanas de rumores, la división automovilística del gigante indio, Tata Motors, logró cerrar un acuerdo con la compañía norteamericana para hacerse con el control de las dos marcas británicas por un valor de unos 2.300 millones de dólares, según un comunicado difundido por la empresa india.
El acuerdo "definitivo" incluye la adquisición de las plantas y los derechos de propiedad intelectual de las dos marcas, a partir del final "del próximo trimestre", alrededor de junio.
"Estamos muy satisfechos con las posibilidades de Jaguar y Land Rover como una parte importante de nuestro negocio de automoción", declaró, tras la noticia el presidente de la compañía india, Ratan N. Tata.
El empresario señaló que su grupo tiene un "enorme respeto" por las dos insignes marcas, asegurando que luchará por preservar su patrimonio.
En los últimos años, el conglomerado ha seguido una doble estrategia de expansión que combina la comercialización de sus productos y servicios en el exterior con la compra de otras compañías.
Uno de ellos es el servicio de plataforma tecnológica, por 80 millones de dólares, que habría sido adjudicado irregularmente por el Registro Civil chileno, denuncia conocida la semana pasada y que motivó la salida del director de la entidad, Guillermo Arenas. (EFE)
