A 17 meses de que el Presidente Sebastián Piñera presentara la reforma tributaria que deseaba implementar en su segundo Gobierno; y con cambios significativos -eliminación de la reintegración, crisis social mediante- el Congreso concluyó, este miércoles, la tramitación total del proyecto, que aprobó y despachó.
Por votación unánime -30 a favor-, la Sala del Senado aprobó el informe de la comisión mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto, como las reclamaciones sobre los impuestos verdes, que tras el visto bueno se podrán hacer ante los Tribunales Ambientales y la Superintendencia del Medio Ambiente.
Ya horas antes la reforma había sido despachada desde la Cámara de Diputados, por lo tras salir del Senado, terminó su trámite legislativo y ahora, como lo había adelantado el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, deberá pasar por el Tribunal Constitucional ya que algunos puntos del proyecto contemplaron quórums de Ley Orgánica.
El proyecto estuvo entrampado durante alrededor de un año debido al rechazo general de la oposición a la denominada reintegración tributaria: recién en agosto el Gobierno pudo lograr la aprobación de la idea de legislar en la Cámara Baja tras un acuerdo con la Democracia Cristiana, pero con grandes críticas a la Falange.
No obstante, en medio de la crisis social, a inicios de noviembre el entonces recientemente asumido ministro Briones alcanzó un acuerdo con la oposición en el Senado que permitió destrabar finalmente la reforma hasta su despacho de hoy, entendimiento que contempló la eliminación de la reintegración, punto que había sido el "corazón" de la iniciativa del Gobierno desde un comienzo.
Se estima que, de no mediar inconvenientes en el TC, la reforma entre en vigencia en marzo: el Gobierno pretende recaudar alrededor de 2.300 millones de dólares en régimen.
