El ministro alemán de Interior, Wolfgang Schäuble, afirmó este jueves que las disculpas que pidió el presidente de los servicios secretos alemanes (BND), Ernst Uhrlau, a una reportera del semanario Der Spiegel espiada por esos agentes través de su correo electrónico "están justificadas".
Destacó que los funcionarios del BND, que dependen del ministerio de la Cancillería, están obligados a respetar el derecho, por lo que "resulta inaceptable que alguien no lo haya hecho", dijo.
"En todo caso, yo no soy responsable del BND", agregó Schäuble, que hizo una referencia a la nueva ley de vigilancia de las telecomunicaciones, por la que fue muy criticado, para reiterar que esa norma no debilita la libertad de prensa sino todo lo contrario.
Argumentó que la nueva ley protege "especialmente" a los periodistas contra una investigación secreta de la policía.
El semanario Der Spiegel anunció este jueves que estudia acciones legales contra el BND tras revelarse que una de sus periodistas fue espiada por agentes de ese servicio durante seis meses en 2006.
Según la edición digital del semanario, la periodista no era sin embargo el objetivo prioritario del BND, sino el ministro de Comercio e Industria de Afganistán, Armin Farhang, en cuyo computador se había conseguido infiltrar un programa troyano de espionaje.
De esta manera, el BND tuvo acceso al correo electrónico del ministro afgano y con ello al intercambio postal vía internet entre Farhang y la periodista germana Susanne Koelbel, de 42 años y una de las reporteras estrella de Der Spiegel.
La dirección de la revista señaló que había silenciado el nombre del ministro afgano hasta ahora debido a que es un informador de confianza del semanario y que ha esperado a recibir su autorización expresa para revelar su papel en el caso.
Armin Farhang tiene también pasaporte alemán después de vivir muchos años en este país, donde estudió y trabajó en el estado de renania del Norte-Westfalia.
El semanario calificó de "intolerable" que el BND espiara la correspondencia de su corresponsal, después incluso de afirmar públicamente que hechos similares ocurridos en el pasado no volverían a repetirse.
Al parecer, Koelbl fue informada de esa intromisión en su correo electrónico por el propio presidente del BND, Ernst Uhrlau, quien le pidió disculpas.
La comisión de control parlamentario, que se reúne a puerta cerrada, ya abordó esta cuestión y el vicepresidente del grupo parlamentario de Los Verdes, Hans-Christian Ströbele, afirmó que el asunto no se solucionará "sin consecuencias personales".
El responsable de Interior del Partido Liberal (FDP), Max Staedler apuntó, por su parte, en declaraciones televisivas que con este caso "se pierde la confianza de que la cúpula del BND aún tenga algún control sobre el departamento".
"Los derechos fundamentales no terminan en las fronteras alemanas. Siguen vigentes cuando los alemanes se comunican o envían correos electrónicos a extranjeros", agregó.
Los medios alemanes ofrecen este jueves una amplia cobertura sobre el tema y, según la primera cadena de la televisión alemana (ARD) la comisión de control parlamentaria recibió hace unos meses una carta anónima en la que se informaba de esta operación.
Ya en 2006 Der Spiegel había denunciado que el BND había observado ilegalmente a periodistas e infiltrado a otros como espías en las redacciones de algunos medios. (EFE)