El Servicio Meteorológico Nacional señaló que los vientos del norte que llevan el aire contaminado hacia la capital tarsandina persistirán al menos hasta el sábado, cuando se pronostican lluvias.
Varias carreteras y autopistas de acceso a Buenos Aires fueron nuevamente cortadas este jueves por la baja visibilidad provocada por el humo que genera la quema de pastizales, al que se sumó la presencia de neblina en la región.
En algunas rutas de las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, las más perjudicadas por los centenares de incendios que desde hace más de dos semanas afectan al delta del río Paraná, el tránsito de vehículos es asistido por las fuerzas de seguridad.
Buenos Aires y su populoso conurbano volvieron a amanecer cubiertas por el humo, aunque con menor intensidad que entre el jueves y el sábado pasados, cuando la ciudad quedó oscurecida como si hubiera un eclipse solar.
Las carreteras afectadas por una densa humareda son las 9, 12 y 14, en las que se han registrado innumerables accidentes de tránsito que causaron diez muertos y decenas de heridos desde comienzos de mes, cuando se declararon los primeros fuegos.
También este jueves fueron suspendidas las salidas de buses desde Retiro, la principal terminal de la capital argentina, hacia la zona afectada por la humareda, lo que supuso la cancelación de viajes a Uruguay, Paraguay y Brasil.
El portavoz de la Dirección Nacional de Vialidad, Ernesto Arriaga, recomendó a los conductores "no viajar a las zonas afectadas por el humo hasta que levante el sol y disipe la neblina por efecto del calentamiento".
Habitantes de las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos debieron ser asistidos el miércoles a raíz de afecciones respiratorias causadas por el humo, que también ha generado centenares de consultas en hospitales de la capital del país.
El Servicio Meteorológico Nacional señaló que los vientos del norte que traen el humo hacia Buenos Aires persistirán al menos hasta el sábado, cuando se pronostican lluvias.
Mientras tanto, los bomberos continúan intentado apagar los focos de incendios que todavía permanecen activos en el norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Entre Ríos.
El siniestro abarcó unas 70.000 hectáreas de campos de esas provincias y del este de la vecina de Santa Fe.
Las autoridades argentinas culparon a propietarios de campos de quemar los pastizales para favorecer la renovación del pasto para el ganado y rechazaron las acusaciones de imprevisión para combatir los incendios.
La secretaria argentina de Ambiente, Romina Picolotti, denunció que a pesar de las advertencias las autoridades detectaron el martes nuevos focos ígneos y acusó a quienes los iniciaron de "negligencia y total desprecio por la vida de las personas". (EFE)
