Realizó así un nuevo gesto destinado a mostrar la seguridad de la zona tras el derrame de petróleo.
El sábado incluso se bañó en el mar para mostrar que las aguas ya están “limpias”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, finalizó el domingo sus vacaciones con un paseo en barco junto a su familia por las costas del Golfo de México, en un nuevo intento por llamar a la reactivación del turismo en la zona, gravemente afectada por el derrame de petróleo generado el 20 de abril pasado por responsabilidad de la compañía British Petroleum.
La familia Obama inició el paseo en el puerto de Andrews Bay, cerca de su hotel en la localidad de Panama City, adonde llegó el sábado para demostrar con su presencia que la región está lista para recibir a los turistas, transcurridos ya meses del inicio del vertido, no así de su control.
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| Durante la excursión, la familia presidencial fue sorprendida por la presencia de un delfín. (Foto: EFE) |
Durante su excursión a bordo del "Bay Point Lady", de 15 metros de eslora y bandera estadounidense, los Obama se vieron sorprendidos por la presencia de un delfín que salió a la superficie y acaparó la atención de la pequeña Sasha, hija del mandatario.
Ya la tarde del sábado, el gobernante y su hija se habían dado un baño en el mar con la intención de mostrar fehacientemente que las aguas del Golfo están "limpias" y son "seguras", pese a los millones de litros de crudo que fueron vertidos al mar.
Desde que se produjo el accidente, Obama pidió a la opinión pública que no diera la espalda al turismo en el Golfo de México, e incluso insistió en la seguridad del consumo de mariscos provenientes de sus aguas. De hecho, el día de su cumpleaños número 49, el pasado 4 de agosto, durante en una comida celebrada en la Casa Blanca, se sirvieron camarones pescados en la zona afectada.
