El gasto de los consumidores estadounidenses aumentó un ligero 0,1 por ciento en febrero, el repunte más bajo desde septiembre de 2006, informó el Departamento de Comercio de EE.UU.
La cifra es una clara muestra de que el principal motor del crecimiento estadounidense se está estancando, lo que aumenta el temor a una mayor desaceleración económica y una eventual recesión.
Un gran número de economistas señaló que la debilidad en el consumo, que representa dos tercios del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, es una de las señales más preocupantes de la marcha económica del país.
La desaceleración del gasto coincide con una creciente debilidad en el mercado laboral, un incremento de los costes energéticos y una fuerte crisis en el sector inmobiliario que han mermado la confianza de los consumidores.
El incremento de 0,1 por ciento se situó en línea con las expectativas de los analistas.
Este viernes también se conoció que los ingresos personales aumentaron 0,5 por ciento en febrero, un dato mejor de lo esperado por el consenso de analistas que esperaban un repunte de 0,2 puntos. (EFE)