Luego de la ventaja "naranja", el pacto que reúne al presidente Yúschenko y a la ex premier Yulia Timoshenko, las fuerzas de Yanukóvich aumentaron su votación.
La tensión crece en Ucrania a medida que avanza el escrutinio de los sufragios de las elecciones parlamentarias del domingo, que acorta la diferencia entre los principales rivales, la Alianza Naranja y el Partido de las Regiones (PR) y sus aliados comunistas.
Con poco más del 65 por ciento escrutado, el PR, liderado por el primer ministro, Víctor Yanukóvich, aumentó sus votos hasta el 31,42 por ciento y se acerca al bloque de la ex primera ministra Yulia Timoshenko (BYT), con el 32,79 por ciento.
El crecimiento del PR se produce principalmente a cuenta del BYT y del partido del presidente Víctor Yúschenko, Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular (NU-AP), los antiguos aliados de la Revolución Naranja que en caso de victoria tienen pactado formar gobierno.
Mientras los votos de NU-AP han caído a 15,41 por ciento, el eventual aliado de Yanukóvich, el Partido Comunista, ha recuperado el cuarto lugar e incrementado su resultado en más de un punto, al alcanzar el 5,11 por ciento.
En quinto lugar, el partido del ex presidente del Legislativo Vladímir Litvín (PL), consiguió el 4,11 por ciento de votos y se perfila cada vez más como la posible futura fuerza decisiva, de cuyo apoyo dependerá quién conseguirá más de la mitad de los 450 escaños del Parlamento unicameral y formará gobierno.
Pero si bien Litvín se perfila como eventual aliado de Yúschenko y Timoshenko, este balance podría verse alterado si el Partido Socialista, que fue precisamente la fuerza que tras las pasadas elecciones permitió a Yanukóvich formar gobierno y que actualmente cuenta con el 3,01 por ciento, consigue al final superar la barrera del tres por ciento que da acceso al reparto de escaños.
Es por eso que el avance del escrutinio, que ahora se trasladó principalmente a las regiones orientales del país controladas por el PR, provoca cada vez más tensión entre los integrantes de la llamada Alianza Naranja de Yúschenko y Timoshenko.
La división es más que geográfica: el PR se apoya en la población de habla rusa predominante en las regiones colindantes con el gran vecino del norte y aboga por el desarrollo de los "tradicionales lazos fraternos de Ucrania y Rusia", mientras los "naranja", fuertes en el oeste y centro, apuestan por la vocación europea de Ucrania, por el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN= y la Unión Europea (UE).
La presidencia ucraniana no oculta su irritación por la lentitud del recuento en las regiones orientales y recuerda que en las pasadas elecciones, con el doble de partidos participantes y mayor ventaja del PR, el escrutinio en las zonas rusohablantes fue mucho más rápido. (EFE)
