Fue condenada a dos semanas de presidio.
Sus vecinos la denominaban la "mujer del infierno".
La mujer vive en la ciudad británica de Birmingham.
La joven Gemma Wale, de 23 años y madre de dos hijos, fue condenada a dos semanas de cárcel por "romper normas de comportamiento social", debido a las quejas de sus vecinos por sus fuertes gritos al tener relaciones sexuales.
Como consignó Infobae, los vecinos la apodaron la "mujer del infierno", debido al alto nivel sonoro de sus gritos y gemidos, que molestan a los vecinos del edificio Small Heath, en la ciudad de Birmingham.
"Tenía que subir la televisión a todo volumen para poder neutralizar el ruido", señaló uno de sus vecinos, mientras que otro de los residentes declaró que la joven lo había despertado con sus gritos a finales de enero. "Esto duró diez minutos", agregó.
Según Daily Mail, la jueza a cargo de la causa, Emma Kelly, pidió la ejecución inmediata de la sentencia dada la "cantidad de infracciones" y la "falta de remordimiento" por parte de la demandada, que ni siquiera se presentó a la audiencia.
Además de los gritos, Wale fue condenada por insultos y por escuchar música muy fuerte.
