Científicos descubrieron gen que juega un papel esencial en el sueño
El experimento usó moscas del vinagre, similares genéticamente a los humanos.
El experimento usó moscas del vinagre, similares genéticamente a los humanos.
Un equipo de científicos estadounidenses descubrió un gen, bautizado como "Sleepless" (insomne), que juega un papel esencial en la regulación del sueño; que -aunque no está claro el porqué- es imprescindible también para animales como moscas, los gusanos o los peces.
Expertos de la Universidad de Pensilvania, en EE.UU., realizaron experimentos con moscas del vinagre -clásico animal de laboratorio para investigar el funcionamiento del sueño- y descubrieron que las mutantes, las que carecen del gen "Sleepless", duermen hasta un 85 por ciento menos que las que lo tienen, incluso llegando a morir.
Las moscas en las que ese gen funciona duermen normalmente necesitan mucho menos sueño para recuperarse cuando son sometidas a una vigilia prolongada.
En el control del sueño actúan dos procesos principales: uno regula el tiempo de este y el otro la necesidad de dormir; y "Sleepless" -el segundo gen que se ha logrado aislar en esta materia- está implicado en el segundo mecanismo e influye tanto en el sueño como en la recuperación del mismo después de una vigilia prolongada, explicaron los investigadores en la publicación de en la revista Science.
Moscas y genes
Aunque las moscas y los humanos sean animales muy lejanos evolutivamente, los científicos saben que comparten muchos genes similares y aprovechan los experimentos con las primeras para conocer cómo funcionan los genes en las personas.
Por eso estos estudios pueden servir para intentar responder al nivel molecular básico la clásica pregunta: ¿Por qué dormimos? Incógnita que aún no se ha logrado resolver en su totalidad. Además, el trabajo puede dar pistas sobre enfoques para tratar los trastornos del sueño que sufren miles de personas.
"El sueño insuficiente y de mala calidad es un problema cada vez mayor en los países industrializados", señalaron los científicos, quienes agregan: "Los problemas crónicos de sueño reducen la calidad de vida, reducen la productividad en el trabajo y contribuyen a que se produzcan accidentes fatales".