La discalculia, la dificultad para aprender las matemáticas, es más común que su versión literaria, la dislexia, según indica un estudio elaborado en Cuba y dado a conocer este domingo en un congreso científico en el Reino Unido.
El estudio, dirigido por Brian Butterworth, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College London, junto con el Centro cubano de Neurociencia, halló que, de 1.500 niños examinados, de tres a seis por ciento mostraban signos de discalculia, mientras que entre 2,5 y 4,3 por ciento manifestaban algún síntoma de dislexia.
Al igual que la dislexia, la discalculia, que concierne al aprendizaje de operaciones matemáticas o aritméticas, puede ser causada por un déficit de percepción visual o problemas en cuanto a la orientación secuencial.
Al presentar su trabajo, en el Festival de Ciencia de Cheltenham
(oeste inglés), Butterworth hizo un llamamiento a las autoridades y educadores británicos para que están atentos a los síntomas de la discalculia, de modo que puedan ofrecer ayuda a quienes la sufran.
Cuando el estudio fue divulgado en Cuba, los ministerios de Educación y Salud se apresuraron a encargar un estudio nacional para determinar el alcance del problema, señaló Butterworth.
La dificultad con los números tiene un impacto "en las oportunidades de trabajo y la salud", y los escolares que la padecen "son infelices", mientras que sus profesores se sienten impotentes al no poder ayudarles, prosiguió el experto.
Butterworth ha diseñado una simple prueba para identificar a posibles afectados, quienes, en su opinión, deberían recibir ayuda para aprender desde pequeños. (EFE)