Los videojuegos despiertan los instintos primarios de los hombres
Según expertos, al tomar los mandos de las consolas, los jugadores activan las áreas cerebrales relacionadas con el deseo de conseguir retos y recompensa.
Según expertos, al tomar los mandos de las consolas, los jugadores activan las áreas cerebrales relacionadas con el deseo de conseguir retos y recompensa.
Los hombres que juegan con consolas de videojuegos despiertan sus instintos más primitivos, según comprobaron investigadores de la Universidad de Stanford en EE.UU., asegurando que en pleno siglo XXI los jóvenes y adultos al jugar vuelven a sentirse como los hombres de las cavernas y se despierta en ellos los instintos de cazar y conquistar, algo que no ocurre en las mujeres.
Esto se debe, según los científicos, a que a medida que juegan se activa en los hombres el área del cerebro relacionada con el deseo de conseguir nuevos retos, lo que se traduce en una obsesión por pasar de pantalla o por lograr todo lo que exija el videojuego.
Aunque en las mujeres también se activan esas áreas cerebrales la amígdala, una zona de la corteza frontal y el núcleo acumbens- no lo hacen en la misma medida que en el sexo masculino.
"Las mujeres comprenden los objetivos del juego y se entretienen durante un rato, pero no están tan empeñadas en ganar como los hombres", indican los autores del trabajo publicado en la revista Journal of Psychiatric Research.
Para averiguar este "regreso al pasado" que viven los aficionados al Playstation, la Wii y otros aparatos similares, los científicos observaron, a través de imágenes de resonancia magnética, el cerebro de hombres y mujeres mientras utilizaban las consolas.
De esta forma pudieron ver la activación de las zonas cerebrales vinculadas con la recompensa en ambos sexos, pero descubrieron que a medida que avanzaba el juego, esta actividad se disparaba en el caso de los hombres.
Esta explicación neurológica resuelve algo que para muchas mujeres es todavía un enigma: por qué los hombres son tan aficionados a las consolas y pueden pasarse horas ante la pantalla sin aburrirse. (Agencias)