Tópicos: Sociedad | Salud

Comer carne roja cruda aumenta el riesgo de padecer una enfermedad mortal

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Autor: Cooperativa.cl

El síndrome urémico hemolítico es provocado por la bacteria Escherichia coli.

Consumir productos lácteos no pasteurizados conlleva al mismo peligro.

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Un nuevo trabajo publicado en la revista Nature confirmó el peligro que conlleva la ingesta de carne roja cruda y de productos lácteos no pasteurizados.

Según el trabajo realizado por expertos de la Universidad de California (EE.UU.), su consumo empeora la susceptibilidad del ser humano a la acción de un tipo de Escherichia coli, una bacteria que puede producir una enfermedad mortal.

La toxina producida por la E. coli es capaz de provocar graves diarreas y una enfermedad potencialmente mortal denominada síndrome urémico hemolítico (caracterizada por la fuerte anemia, bajada de las plaquetas y fallo renal agudo).

Esta patología, suele bautizarse también como la "enfermedad de la hamburguesa", debido a que la vía de contagio suele ser el consumo de carne contaminada (el principal reservorio de la bacteria es el ganado bovino).

En condiciones normales, esta bacteria reside en los intestinos del ser humano y forma parte de su flora intestinal, colaborando en la absorción de los nutrientes.

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El principal reservorio de la bacteria E. coli es el ganado bovino.

Sin embargo, existen al menos seis tipos de E. coli que pueden causar graves problemas intestinales y fuertes diarreas, entre ellas la Escherichia coli productora de la toxina Shiga (también llamada citotoxina subtilasa), en la que centraron sus investigaciones los autores.

Según descubrió el equipo de científicos, esta bacteria es capaz de causar la intoxicación alimentaria debido a que se une a una molécula que se encuentra en la superficie de las células intestinales, pero que curiosamente no es humana, sino que ha llegado hasta nuestros intestinos a través de la ingesta de carne de cordero, cerdo o ternera.

Concretamente la toxina se liga a un tipo de molécula, el ácido N-glicolilneuramínico, que el ser humano es incapaz de producir naturalmente por sí mismo.

Cocción

La toxina se liga precisamente a los receptores no humanos del ácido Neu5G, que se integra en los tejidos después de comer alimentos crudos, como carne o leche.

"Sólo ha podido originarse a través de la dieta, porque no hay una vía alternativa para su biosíntesis", subrayan los expertos.

Por eso, insisten en sus conclusiones en la necesidad de cocinar bien los alimentos crudos (sobre todo la carne roja) y pasteurizar los lácteos para destruir la bacteria antes de que ésta alcance nuestra flora bacteriana.

Hace ya varios años que el equipo descubrió que los niveles de ácido Neu5G son mucho más bajos en la fruta, verduras, pollo, pescado o huevos, que en la carne roja.

Según sus investigaciones, esta molécula no humana puede acabar por incorporarse en los tejidos humanos, hasta el punto de que algunas personas generan una respuesta inmune contra ella, que puede desencadenar problemas intestinales después de cierto tiempo.

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