El capitán de Inglaterra, el jugador de Real Madrid David Beckham, aseguró que no existen fricciones en su selección, con relación a los supuestos problemas con los juegos de apuestas en los que se han visto envueltos Wayne Rooney y Michael Owen.
Representantes de Rooney y Owen negaron los rumores difundidos por algunos periódicos británicos, que aseguran que ambos delanteros tuvieron desavenencias provocadas por las supuestas deudas del jugador de Manchester United con una casa de apuestas propiedad de un socio de Owen.
"La gente ha estado diciendo que había un problema entre Michael o Wayne y esto fue simplemente porque se trata de los principales delanteros de la selección", comentó Beckham.
El madridista apuntó que en el combinado inglés "es imposible enfadarse por algo así".
"La unión que existe en la selección inglesa es demasiado fuerte como para que le puedan afectar este tipo de asuntos. No existe ni ha existido ningún problema. El espíritu del equipo es el mejor desde que yo empecé a jugar para mi país", sostuvo.
Beckham admitió que a él le gustaba "de vez en cuando" acudir a las carreras de caballos "para pasar el día fuera", aunque indicó que nunca en su vida fue una persona "de juegos de apuestas". (EFE)