En un partido de ribetes heroicos, el chileno venció al francés Richard Gasquet tras extenuantes cuatro horas de juego.
El oriundo de La Reina superó por 12-10 en el último parcial al tenista galo y enfrentará a Rafael Nadal.
Más de cuatro horas tuvo que lidiar Fernando González (14° de la ATP) para avanzar a octavos de final del Abierto de Australia, tras protagonizar una extraordinaria victoria sobre el francés Richard Gasquet (35°) por 3-6, 3-6, 7-6, 6-2 y 12-10, en un partido que será recordado por mucho tiempo.
El público disfrutó el despliegue y amor propio que mostraron ambos jugadores en el cemento de Melbourne y con el final del partido los asistentes retribuyeron de pie y con un cerrado aplauso la magnitud de lo que hicieron tanto Gasquet como González. El resultado instaló al oriundo de La Reina en octavos de final del primer Grand Slam del año, donde chocará con el número uno del mundo, el español Rafael Nadal, que superó con facilidad al alemán Tommy Haas (79°). Claro que el inicio del partido resultó totalmente adverso para el triple medallista olímpico, quien no supo frenar el mayor atrevimiento del especialista galo. Con un amplio repertorio de golpes en la red, Gasquet sorprendió a un González que no lograba contrarrestar la ubicación de sus envíos. El francés apeló a su arma más conocida y más temible: el revés. Con una soltura envidiable, el número 35 del mundo neutralizó la fuerza habitual de González y se llevó la primera manga por 6-3. Entero físicamente y con la misma calidad de golpes angulados, Gasquet enfrentó el segundo parcial con igual disposición que el primero, a tal punto de quebrar el servicio de González en el tercer game. El santiaguino insinuó una reacción en el tramo final, pero el emergente tenista europeo se adueñó de la segunda manga por el mismo marcador. En eso González dejó entrever una mejoría anímica tras ganar el juego inicial del tercer set. Entretanto, el francés por única vez en el pleito exhibió los primeros síntomas de cansancio, explicables por el tenis cercano a la perfección que desarrolló en los dos primeros parciales. Pero cada vez que el chileno quiso cerrar la tercera manga, Gasquet aparecía en gloria y majestad para sacar tiros desde rincones imposibles y amagar la esperanza del nacional. Y tuvo que ser en un extenso tie-break (12-10) cuando el parcial se decidió a favor de González. Parecía que el deportista galo tambaleaba debido a su precaria condición física, debiendo incluso ser atendido por su fisioterapeuta. Esto lo aprovechó el finalista del Abierto de Australia 2007 para imponer su sello en la cuarta manga, llevándosela por un expresivo 6-2. El quinto y definitorio set seguramente quedará en los anales de la historia del certamen por la gran intensidad y calidad que desplegaron ambos deportistas. Puntos de quiebre, tiros en las líneas, discusiones con el juez de silla, celebraciones alborozadas y sobre todo una muestra de pundonor, fueron parte del cóctel que ofrecieron Gasquet y González a los afortunados espectadores. Finalmente el santiaguino aguantó más el cansancio y decidió la serie a su favor por 12-10 en un duelo que recordó sus también emocionantes cotejos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
