El máximo responsable de la muestra Todos los Cines del Mundo tuvo palabras de elogio hacia los filmes de Chile exhibidos en el certamen francés.
La nueva cinematografía chilena fue la encargada de poner el broche de oro a la sección Todos los Cines del Mundo del Festival de Cine de Cannes, donde se exhibieron un total de nueve producciones que fueron recibidas con elogios por parte de los responsables de la muestra.
Francisca Schweitzer, con su película "Paréntesis", fue la encargada de abrir este día de Chile en Cannes, que para los responsables chilenos supone un "primer paso" en el proceso de inserción de la "nueva cinematografía" nacional en el Festival.
Desde la primera proyección, a las 11:00 hora local, el público llenaba la carpa donde desde el pasado 20 de mayo otros seis países -Venezuela, Rusia, Israel, Singapur, Suiza y Túnez- mostraron lo mejor de su creación contemporánea.
La autora de "Paréntesis", película que fue muy aplaudida, celebró el "honor" de estar en Cannes, y también el de ver "a tanta gente" en la sala a una hora tan temprana.
El responsable de la sección, Serge Sobczynski, celebró igualmente el lleno matinal para ver "una cinematografía que aún no es conocida ni identificada por el público", lo que consideró "buen signo" y, a la vez, prueba de que este programa "funciona muy bien".
"Tras unos años de adormecimiento y de dificultades, vemos que en Chile se está reconstituyendo una generación de cineastas. Las escuelas funcionan, la financiación pública se pone en marcha, y se ve un desarrollo cualitativo y un desarrollo cuantitativo", añadió.
"Estoy muy contento de que sea Chile el país que cierre la agenda", sus artistas "están ahí, con cosas muy bellas" y esto es "un poco un símbolo del renacimiento de su cine", destacó.
Además de "Paréntesis", los otros largometrajes seleccionados son "El baño", de Gregory Cohen, y "Mi mejor enemigo", de Alex Bowen.
El programa de cortometrajes está integrado por "El pastor", de Marcelo Gaete Ardiles; "Adela y Daniel", de Aaron Navia; "Las bicicletas", de Sebastián Brahm; "Obreras saliendo de la fábrica", de José Luis Torres Leiva; "Valentina y la muerte", de Pablo Rojas Marchín, y "Abril", de Alvaro Letelier.
Sus obras fueron seleccionadas por el Festival, entre la veintena de cintas enviadas que respondían a los criterios requeridos: "haber sido hechas de preferencia en los últimos tres años" y por "jóvenes realizadores", indicó Claudia Gutiérrez, representante de la del ministerio de Cultura.
La delegación chilena en Todos los Cines del Mundo está integrada por 25 profesionales del cine, entre ellos los directores seleccionados, la actriz Valeria Zapata Maldonado, el distribuidor Joaquín Kaulen Downey y la responsable de Industrias Culturales de ProChile, Regina Rodríguez Covarrubias.
Para esta representante del ministerio de Relaciones Exteriores, la presencia de Chile muestra "el reconocimiento por parte del Festival de que existe una cinematografía nueva, interesante, en movimiento ascendente", fruto de un "sistema público muy coordinado de fomento del audiovisual, de un esfuerzo privado muy fuerte y de una gran variedad de talentos".
Los artistas chilenos, cada vez más presentes en festivales internacionales y en circuito muy exclusivos de distribución, están haciendo cine de género, de terror, policiaco, comedias, de artes marciales, historia, dramas, películas de gusto francés, de acción, "cada una con su circuito especifico, y el conjunto hace que estemos hablando de una nueva cinematografía chilena" manifestó.
Creada el año pasado, la sección Todos los Cines del Mundo retoma el formato que regía el Festival en sus inicios, cuando los países seleccionaban los filmes que querían enviar a Cannes.
Como hace décadas -aunque ahora para reforzar su apoyo a la diversidad cultural- el certamen quiere otorgar cada año a siete países diferentes la oportunidad de mostrar lo mejor de su última producción, a menudo fruto y reflejo de nuevas normativas puestas en marcha en apoyo del cine de cada nación. (EFE)
