En una noche de contrastes, A-Ha y Chancho en Piedra brillaron sin contrapesos

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Autor: Cooperativa.cl

El trío noruego y la banda nacional pudieron haberse repartido en partes iguales el tiempo en la tercera noche festivalera, porque no tuvieron competencia alguna en calidad y convocatoria.

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Por J. Raúl Martínez rmartinez@cooperativa.cl

 

Probablemente muchos seguidores de Chancho en Piedra ni siquiera nacían cuando en 1985 los noruegos de A-Ha debutaron con su disco "Hunting high and low", pero eso no resultó impedimento para que la Quinta Vergara -cargada de seguidores del grupo nacional- cantara, bailara y disfrutara a concho con una más rockera versión del trío escandinavo.

 

El peso del bajo y una sólida batería reemplazaron al exceso de sintetizadores ochenteros para dar vida a versiones de clásicos, muy respetuosas de las originales, pero con ese valor agregado que tiene la música en vivo.

 

Si los propios A-Ha definieron su paso por Viña como "espectacular" y "fantástico", ver su presentación consigue iguales adjetivos, porque con las 13 canciones que presentaron -en casi una hora y cuarto- fueron una perfecta mixtura entre los títulos que la gente quería escuchar y una performance centrada en la perfección sonora.

 

La obertura fue postergada para partir la tercera noche de Viña 2006 con los escandinavos, que se dieron el lujo de iniciar su set con "Celice", un corte de su placa 2005, "Analogue".

 

Un lujo con gusto a prueba para los incrédulos sobre su vigencia y sobre todo de su calidad musical, porque es probable que contados oídos presentes en este certamen hayan estado presentes cuando A-Ha hizo tres fechas en el antiguo Estadio Chile, en junio de 1991.

 

Herederos de vikingos, los A-Ha obviamente rindieron homenaje a su propia historia, porque desde "Move to Memphis" hasta "The sun always shine on TV" pasaron entre otros "I've been losing you", "Crying in the rain", la inmortal "Take on me" y "Cry wolf", todas previas a 1993, entre otras.

 

El show de los noruegos fue tan completo que se ganaron sin problemas las antorchas de Plata y de Oro, además de una Gaviota de Plata, merecidas como nadie en lo que va de Viña 2006.

 

Incluso, lo poco que el vocalista Morten Harket y los guitarristas Magne Furuholmen y Pal Waaktaar-Savoy entendieron de esta premiación por aclamación mermó la trascendencia de una banda que sin duda ha madurado en excelente forma y está lejos de ser un espectro de sí mismo, como muchas veces se acostumbra en el mundo del espectáculo.

 

Los Tigres del Norte sucumbieron ante un público ajeno

 

Los principales damnificados del azote de A-Ha fueron Los Tigres del Norte, que representan lo más selecto de la música ranchera que tanto gusta en las regiones de Chile. Sin embargo, ni siquiera este cartel les valió a los aztecas para sortear la literal decepción que provocó en la Quinta que los escandinavos no siguieran sobre el escenario.

 

Las pifias resonaron en Viña, al punto que los impecables trajes de brillantes de los reyes del "narcorrido" no sirvieron ni como distracción visual.

 

Con algunos problemas de sonido y una voz algo fuera de tono, el grupo de los hermanos Hernández apuró en extremo su presentación y llegó a dar la impresión de que no había tiempo entre tema y tema porque resultaba incómodo escuchar la silbatina del "monstruo".

 

Los Tigres del Norte podrían haber reventado la Quinta en una noche con un público más cercano a su estilo, pero los caprichos de programación los ubicaron en una poco amable jornada, que definitivamente no dio cuenta del arrastre que han probado tener tanto en regiones como en Santiago.

 

"Estábamos un poquito complicados", reconocería luego su líder, Jorge Hernández, quien con bastante dignidad confesó que les habría gustado llevarse un premio del público.

 

Aunque se declaró "feliz" por su paso por el Festival de Viña, sin duda que tocar sólo ocho de los 12 temas programados es una señal demasiado clara de que éxito no fue una palabra en el vocabulario en los 35 minutos de los Tigres en la Ciudad Jardín.

 

Estrada definitivamente sobró

 

Javier Estrada sólo cantó dos temas y también debió enfrentar algunas pifias, quizás de muchos fanáticos de Chancho en Piedra, más adictos al sonido marrano que al mundo televisivo donde el hispano ha hecho carrera en el país.

 

El español, ex competidor de Viña 2005 y ex "chico reality" pretende consolidar una carrera musical, pero sin ser una eventual figura del canal católico, es difícil imaginarlo sobre el escenario del certamen.

 

Sobre todo en un día que se anticipaba extenso, resultó excesivo poner a Estrada en escena para recibir más gritos femeninos que aplausos.

 

Sabala "lateó" con un añejo espectáculo

 

La carta para el humor en la tercera jornada de Viña 2006 era el comediante dominicano Julio Sabala, quien lustros atrás había pisado el escenario festivalero, algo que él pareció olvidar, porque su rutina parece anclada en el pasado.

 

Su show está basado en imitaciones de cantantes como el "Puma" Rodríguez, Julio Iglesias y Juan Gabriel, pero acompañadas de canciones y ballet, además de transiciones en que los animadores tuvieron que seguir un libreto que permitía a Sabala cambiar su look tras bambalinas.

 

Entre quienes aún querían más A-Ha -a pesar de la hora- y los que sólo esperaban a Chancho en Piedra, las pifias fueron aumentando progresivamente, aunque extrañamente el "monstruo" no devoró al centroamericano, con una piedad que más pareció letargo.

 

La poca empatía entre el público y Sabala -cuyo mejor momento fue imitar una caída del escenario de Juan Gabriel- fue advertida tardíamente por la producción, que luego de cerca de 40 minutos instruyó a Sergio Lagos para que lo despidiera, sin avisarle, porque fue un productor de Canal 13 quien le comunicó que no seguía, para fortuna de él y principalmente el público.

 

Al igual que el español Estrada, Julio Sabala resultó totalmente prescindible.

 

Chancho en Piedra armó fiesta a pesar de la hora

 

En el balance, sin duda que Chancho en Piedra aparece como el segundo puntal de la tercera noche festivalera, pero perfectamente pudieron salir a escena mucho antes de las 02:15 de la madrugada, teniendo en cuenta los "rellenos" que los precedieron.

 

Como buena fanaticada fiel, con decenas de Juanitos militantes y sabedores de cada acorde de los Chancho, los marranos de galería y platea llegaron a un concierto de rock y no a un festival.

 

"Telaraña", "Viejo diablo", "Yakuza", "Locura del oso" y otros conformaron la primera parte del espectáculo programado, que culminó los acordes de "Historias de amor y condón" y "El impostor", además de una obvia Antorcha de Plata y su equivalente en oro.

 

Claro que la petición de Gaviota de Plata demoró exactamente un minuto y permitió a Sergio Lagos y Myriam Hernández cumplir con algo que debe haber estado más que previsto por la producción y a la vez despedirse del público.

 

Sólo hubo un bis "Eligiendo una reina", televisivamente hablando eso sí, porque a las 03:00 horas comenzó media hora exacta de show no programado y exclusivo para la Quinta y quienes siguieron el Festival por Radio Cooperativa.

 

"La granja de los súper bebés" y una extensa y mezclada versión de "Guach perry" destacaron en esta "presentación exclusiva" que permitió a los "Lalo" Ibeas y sus compañeros disfrutar de un concierto de aquellos que dan por su cuenta, con el público en el bolsillo y también con algunos acoples que recuerdan escenarios con menos calidad sonora.

 

Fue una noche de contrastes, con dos merecidos premiados y tres números casi ignorados por la gente, que sin embargo parece haber olvidado su rugido de antaño, porque las pifias nunca llegaron al extremo de la condena que en años anteriores ha marcado la carrera de muchos. (Cooperativa.cl)

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