A Luis Jara se le vio feliz, y él mismo dio cuenta repetidas veces de porqué: Estaba cumpliendo su sueño. Junto a una amplia orquesta de más de 50 músicos, entre cuerdas, vientos, percusión, coristas, piano, guitarra y bajo, el cantante nacional presentó ante 1.200 personas, en un lleno Teatro Teletón, un espectáculo inspirado en los grandes shows de Las Vegas, con música, más que nada, pero también con humor, conversación con el público y hasta algo de llanto.
La exitosa jornada para Jara, que ya piensa en algo más grande para octubre, comenzó cual festival, con una obertura incluyendo un pot pourri instrumental de sus temas, acompañado de la coreografía de cuatro bailarinas.
Jara dividió su show en secciones definidas por los temas e invitados. La primera canción de la noche fue "No sé olvidarte", donde se escucharon los primeros coros espontáneos. Sólo bastó una canción más, "Cuando vuelvas", para que los asistentes se convirtieran en la segunda voz de Luis Jara en prácticamente la totalidad de sus temas.
Luego lo siguieron otros de sus éxitos más recientes, como "Qué no daría". Ahí, el primer descanso para conversar con el público. A los gritos de "rico" y "te amo", respondió con guiños de ojo y "mantengámoslo en secreto".
Por su puesto, la "fanaticada" se enardecía más y le gritaba interrumpiendo su primera intervención humorística, al burlarse de los videos que lo mostraban en las pantallas gigantes hace 20 años atrás: "La ropa está en el circo Timoteo, la nariz en la Posta Central", aseguró, en referencia a la moda de la década de 1980 y su rinoplastía de años después.
Incluso se dio tiempo de "molestar" al director de orquesta Horacio Saavedra, en el público, de quien aseguró que lo distraía con el brillo de su calva.
En la lógica de su espectáculo como un "Mucho Lucho" sólo dedicado a él- el "primer bloque" lo cerró su primer invitado, José Alfredo Fuentes, que este año cumple el doble de años de carrera que Luis Jara, 40, y con quien siguieron las risas sobre las narices.
Con "el Pollo" dio inicio a un set de canciones que incluyó a compositores populares tan aclamados como Buddy Richard o el fallecido Nino García, a quien homenajeó con su versión de "Entre paréntesis", donde hizo lujo de su privilegiada voz.
Quien se encargaría de hacer hincapié en la capacidad vocal del anfitrión sería su próximo invitado, Raúl Alarcón, más conocido como "Florcita Motuda", quien no dudó en asegurarle a Jara: "Quiero aclarar que si tuviera tu voz no tendría que andar con todas estas hueás en la cabeza", en referencia a su estrafalario y habitual aspecto. A "Flor Motuda" le siguieron cuecas y tonadas clásicas en voz de Jara, como "El potrillo" y "Chile lindo".
El nuevo quiebre vino con la entrada en escena de su amigo Juan Antonio Labra, a quien, por cierto, también tomó a la broma y le preguntó si su falsete le había significado que le cuestionaran su sexualidad. Junto a Labra y a la soprano Cecilia Frigerio interpretó la única canción en que se evidenciaron problemas de sonido durante las casi tres horas de show.
El público del Teatro Teletón, feliz, cantaba cada una de las canciones, incluidos algunos ritmos tropicales y "Envidia". Por eso la salida del escenario de Jara cerca de la medianoche del viernes fue tomada con calma y sólo algunos hicieron abandono del lugar, suponiendo equivocadamente el fin del espectáculo.
Pero la voz del dueño de casa se escuchó en off para presentar, con pudor, su primera canción, escrita para su padre, fallecido 14 años atrás.
Luego vino el "plato fuerte", con la introducción de "Claro de Luna" de Beethoven que dio pie para su éxito "Mañana", que cantó casi en su totalidad el público y tema en que se sintió más fuerte la presencia de los cerca de 50 músicos de las orquestas sinfónica y filarmónica. "Amame" y "Un golpe de suerte" cerraron el show, nuevamente con bailarinas sobre el escenario y con el público de pie, cantando y aplaudiendo.
Estudiamos presentarnos en octubre en el Arena Santiago
Satisfecho estaba Luis Jara poco después en el camarín, donde recibió a Radio Cooperativa y Cooperativa.cl. "He llorado mucho de felicidad", señaló e incluso se lanzó con una confesión: "Hice una reflexión en el camarín y la quiero compartir con ustedes. Es muy vertiginoso cuando a uno en la vida le cuadran las cosas. Entonces quiero entender que tengo un rol importante en esta vida y que tengo que ser mucho más generoso que lo que he sido hasta hoy día".
"(El espectáculo del viernes) es probablemente lo más fuerte que me ha pasado en toda mi vida", indicó, añadiendo que "durante años me acosté pensando en esto. La gente tiene que entender que hoy día vino a ver un sueño".
Además, confirmó sus intenciones de hacer en octubre próximo esta misma presentación, que se repetirá este sábado, en un escenario más grande, el Arena Santiago (15.000 personas de capacidad). (Cooperativa.cl)