Pese a los problemas en la entrada, los "rollingas" manifestaron su euforia tras un espectáculo que incluyó desde fuegos artificiales hasta Jagger vestido con la camiseta de la selección trasandina.
La banda británica The Rolling Stones deslumbró al público argentino en la primera de sus dos presentaciones en Buenos Aires con variados recursos en el Estadio Monumental de River Plate.
Un escenario móvil que llegó hasta el centro de la cancha, un homenaje a Ray Charles, pantalla gigante, Mick Jagger vestido con la camiseta de la selección trasandina y fuegos artificiales cuando interpretaron "Satisfaction", fueron los recursos que encendieron a los asistentes.
A pesar de los desmanes a la entrada del estadio, donde también se realizará el segundo concierto el jueves 23 de febrero, los fans de los Stones expresaron al enviado especial de Radio Cooperativa, Carlos Costas, su euforia tras el espectáculo.
"Muy bueno, más que nada, el escenario cuando se traslada, es lo máximo", expresó una joven argentina, en tanto que un fanático un poco mayor señaló que "lo vine a ver el 98, y ahora repetimos y me moviliza que tanta juventud se acerque".
Un espectador chileno manifestó que asistir al show le resultó "increíble, demasiado, estar en el país donde tal vez los Rolling Stones son más famosos que en ningún otro lado, en un estadio impresionante, el estadio de River, es realmente increíble, de verdad, no sé ni como describir esto".
Sin embargo, uno de los asistentes dio cuenta de su satisfacción por el evento, pero resaltó la desorganización a la entrada del espectáculo.
"Conforme porque uno viene por sentimiento a ver a un grupo que lo conozco desde que era joven, pero por el organizador, me quedo muy pero muy amargado. La organización afuera fue un desastre. Colas sin seguridad, después que hubo desmanes, en fin", señaló.
Entre los incidentes a la entrada del estadio destacó el incendio de un vehículo estacionado, forcejeos con la policía, derribamiento de las vallas de protección y dos heridos.
Además, cientos de espectadores se quedaron sin poder ingresar, pese a que tenían sus entradas en mano.
