El presidente Hugo Chávez culpó del traspié de la "Operación Emmanuel" a su colega de Colombia, al que pidió mirar más hacia el sur y no tanto a Estados Unidos.
La expectación creada por el anuncio de las FARC de que este mes entregarían a tres de los rehenes en su poder al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se mantuvo hasta el último día del año, que termina sin que ello acontezca.
En una carta fechada el domingo en las "Montañas de Colombia" y que Chávez recibió y difundió este lunes, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atribuyeron la demora a operaciones militares colombianas, lo que el presidente de ese país, Álvaro Uribe, desmintió de inmediato, con réplica de Chávez minutos después.
"Tengo razones para dudar del gobierno de Colombia", al igual que "muchos otros gobiernos o personas que han intentado en estos años lograr un acuerdo humanitario" en ese país, manifestó Chávez que, en cambio, dijo no estimar ser víctima de "las mentiras de las FARC" que le atribuyen al grupo Uribe y sus ministros.
Posteriormente, Chávez insistió: "Acuso al presidente de Colombia de estar mintiendo, de estar manipulando", por lo que le exhortó a "mirar más hacia acá (el sur) y menos hacia (el presidente de EE.UU., George W.) Bush".
El gobernante venezolano matizó luego y manifestó que "a pesar de lo que" había dicho, a pesar de sus "crudas palabras", es posible alcanzar la liberación de rehenes como paso previo a la búsqueda de la paz en Colombia.
Chávez iba a recibir a los tres secuestrados como un gesto de desagravio guerrillero, luego de que Uribe cesara el 21 de noviembre pasado su mediación en busca de un canje de 45 rehenes de las FARC por unos 500 guerrilleros presos.
"Yo no conozco bien a las FARC. El único jefe de las FARC al que le he visto la cara en toda mi vida es este que vino ahora (a Caracas el pasado noviembre), Iván Márquez", por lo que "no puedo dar fe de que confío o no confío" en ese grupo, pero, en cambio, "sí para dudar" del gobierno de Uribe, insistió el presidente.
Las FARC anunciaron el 18 de diciembre la entrega a Chávez de la ex candidata a la vicepresidencia colombiana Clara Rojas; su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo.
Una semana después, Chávez anunció la conformación de una misión con emisarios gubernamentales de siete países que, bajo el mando de la Cruz Roja Internacional, se encargaría de recoger a esas tres personas en la selva colombiana, pero hasta ahora no se recibiido información del lugar exacto donde debía hacerlo.
Unas "intensas operaciones militares" en territorio colombiano "nos impiden por ahora entregar a usted a Clara Rojas, Emmanuel y la ex representante González de Perdomo, como era nuestro deseo", dijo la guerrilla en su misiva a Chávez, quien divulgó su contenido a un canal de televisión local y luego en una breve rueda de prensa.
Insistir en tal entrega "en estas condiciones sería poner en grave riesgo la vida de las personas a liberar, del resto de prisioneros de guerra y de los mismos guerrilleros designados para cumplir esta misión", señaló la carta de las FARC.
Antes y después de leerla, el gobernante venezolano manifestó que la operación "no se va a abortar" y no descartó recurrir a una "operación clandestina", en lo que insistió horas después.
"Nada ha terminado. Hay un proceso en marcha", dijo Chávez el lunes por la noche, al recibir en el Palacio presidencial de Miraflores a familiares de los rehenes.
Unas horas antes había indicado que "un cese el fuego abriría una puerta y permitiría que se mantenga la opción (de la entrega de los rehenes a la misión actual) por uno, dos o tres días más (...) a menos que nos echen", a lo que Uribe respondió con el anuncio de un corredor de seguridad "sin presencia militar activa".
Al respecto Chávez se preguntó "¿un corredor dónde?", al desconocerse el lugar de entrega, y apuntó que Uribe "no respondió a la solicitud de cese el fuego".
Sobre la hipótesis de Uribe de que las FARC no han entregado a los tres rehenes que ofrecieron porque uno de ellos, el niño Emmanuel, no está en su poder, sino en un albergue en Bogotá, dijo que si eso fuese así, "entonces sabríamos que está bien, que está vivo".
Añadió que "quedarían muy mal las FARC ante el mundo, porque quedaría en evidencia que es una gran mentira, una manipulación", aunque a la vez dijo dudar de ello. (EFE)
