Japón ya tiene decidido prolongar su misión en Irak
A pesar de que la mayoría de los nipones es opositor a mantener a sus soldados en el país mesopotámico, fuentes del Gobierno aseguran que la medida será anunciada la próxima semana.
A pesar de que la mayoría de los nipones es opositor a mantener a sus soldados en el país mesopotámico, fuentes del Gobierno aseguran que la medida será anunciada la próxima semana.
El Gobierno japonés se dispone a prolongar la misión de sus 600 militares en Irak un año más y podría anunciarlo ya el jueves 8 de diciembre, indicó la agencia de noticias nipona Kyodo, que citó fuentes "cercanas" al Ejecutivo.
El 14 de diciembre se cumple el plazo de permanencia de las unidades de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón en la localidad de Samawa, en el sur de Irak, y el Gobierno japonés reiteró este miércoles su voluntad de ampliar el período de esa misión.
Según Kyodo, el Ejecutivo indicó a un alto cargo del Partido Liberal Demócrata (PLD), en el Gobierno, su plan de adoptar una "decisión formal sobre la extensión" de esa presencia japonesa en Irak en la reunión del Gabinete de Ministros que tendrá lugar el 8 de diciembre.
Anteriormente se había considerado la posibilidad de alargar la presencia militar nipona hasta mayo de 2006, por lo que una prórroga formal de 12 meses daría al Gobierno de Tokio un margen de maniobra para retirar las tropas a mediados del próximo año.
Según dijo este miércoles el ministro portavoz del Gobierno, Shinzo Abe, en una rueda de prensa, Tokio tendrá en cuenta que la labor de esas fuerzas "es altamente apreciada por el Gobierno y el pueblo iraquíes".
Tal y como añade la información de Kyodo, el PLD apoya esa prolongación del despliegue militar en Irak, donde las Fuerzas de Auto Defensa (como se conoce en Japón al Ejército) cuentan con unos 600 efectivos dedicados a tareas de reconstrucción en Samawa.
Además, Japón tiene otros 200 militares de las Fuerzas Aéreas en Kuwait, que cumplen misiones logísticas y de transporte, en apoyo a Estados Unidos y su campaña militar en Irak.
Koizumi ya ha señalado en otras ocasiones que es partidario de extender la misión militar japonesa, siempre y cuando lo requiera el Gobierno iraquí y lo permitan las condiciones de seguridad de la zona en que se encuentra ese despliegue.
Los soldados japoneses llevan adelante varios proyectos de asistencia en esa zona del sur de Irak y, tal y como establece la Constitución pacifista nipona, no pueden hacer uso de sus armas, por lo que la defensa de la base que ocupan ha dependido hasta ahora de tropas holandesas y británicas.
Las compañías de las Fuerzas de Auto Defensa estacionadas en Samawa fueron despachadas a Irak a principios de 2004, en medio de numerosas protestas en Japón sobre la legalidad de la medida, dada la claridad del texto constitucional al prohibir cualquier acción militar nipona en el extranjero.
Según un sondeo publicado el martes por el diario Asahi, un 69 por ciento de los japoneses se opone a la permanencia de las tropas japonesas en Irak. (EFE)