La violencia insurgente volvió a teñir de sangre las urbes de Irak, según detallaron fuentes médicas, que cifraron en cerca de 30 los heridos por los atentados.
Al menos siete personas murieron en la explosión de autobombas en las ciudades de Baquba y Bagdad, hecho que además dejó una treintena de iraquíes heridos, según fuentes policiales.
El ataque de Baquba, que causó cinco muertos y otros 15 lesionados, se registró cerca de las 10:30 horas locales (07:30 GMT), cerca de una estación de autobuses y un mercado de verduras en el centro de esa ciudad.
Varios de los heridos, en su mayoría niños, se encuentran graves.
Según las fuentes, el vehículo cargado de explosivos estaba estacionado cerca del mercado e hizo explosión mientras varios policías inspeccionaban el cadáver de un hombre supuestamente asesinado por insurgentes.
En el sur de Bagdad, en tanto, un suicida hizo estallar otro vehículo cargado con explosivos, frente a un banco del barrio Al Dura.
En este atentado murió el suicida y seis personas resultaron heridas, según fuentes policías y médicas.
Otros tres autobombas hicieron explosión en barrios del oeste y norte de Bagdad, lo que causó la muerte de otra persona y heridas a otras 15. (EFE)
