La Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite de las fuerzas de seguridad iraníes, comenzó a desplegarse a lo largo de las frontera con Irak "ante la presencia en la zona de Estados Unidos e Israel", declaró este lunes uno de sus comandantes.
Mehdi Moini, general de brigada y comandante de este cuerpo en la provincia noroccidental iraní de Azerbaiyán Oeste, acusó a estos y otros países de querer provocar un conflicto de carácter étnico en la región, según la televisión estatal Press TV.
"La presencia de fuerzas estadounidenses e israelíes a lo largo de la frontera es la razón para los movimientos militares de Irán en la provincia", explicó Moini.
"Buscan la desestabilización en nuestra provincia intentando magnificar las diferencias étnicas y religiosas", agregó el militar.
La tensión ha crecido en las últimas semanas en el noroeste de Irán, y en particular en el Kurdistán iraní, instigada por la decisión del régimen de ahorcar en mayo pasado a cinco presuntos rebeldes kurdos.
A ello se suman los enfrentamientos armados en la zona entre las fuerzas de seguridad y los milicianos del Partido para una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK), disidencia del principal movimiento independentista kurdo, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El pasado 10 de junio, el diario pro gubernamental Iran informó de la muerte de un oficial iraní y dos policías al estallar una bomba al paso de su vehículo cerca de la localidad de Piranshahar, ubicada a unos 900 kilómetros al oeste de Teherán.
La Policía, por su parte, anunció la detención de 13 presuntos terroristas que estaban "preparados para atacar" en diversas provincias del norte del país.
La semana pasada, el embajador de Irán en Bagdad, Hasan Kazemi Qomi, negó de forma categórica que tropas de su país hubieran cruzado la frontera con Irak para perseguir a rebeldes kurdos, tal y como habían denunciado las autoridades del Kurdistán iraquí.
El pueblo kurdo se extiende en una zona montañosa que se reparten Turquía, Siria, Irak e Irán.