Medios peruanos reportaron que el ex mandatario, sobre quien pesa una orden de detención, viajaba desde EE.UU. a esa nación.
"No estaba en el avión que aterrizó esta tarde", dijo un portavoz de la Cancillería israelí.
Sin embargo, la Cancillería israelí ya le había cerrado las puertas al ex gobernante peruano.
El ex presidente peruano Alejandro Toledo, sobre quien pesa una orden de detención internacional, no viajaba en un avión proveniente de EE.UU. que aterrizó la tarde de este domingo en Israel.
La prensa peruana reportó que el ex gobernante viajaba esta tarde desde San Francisco a Tel Aviv en un avión de United Airlines junto a su esposa Eliane Karp, quien posee nacionalidad belga e israelí.
El "ex presidente peruano Alejandro Toledo no estaba en el avión que aterrizó en (el aeropuerto) de Ben Gurión procedente de San Francisco esta tarde", escribió Emmanuel Nahshon, vocero de la Cancillería israelí.
Más temprano, Nahshon había adelantado que "el señor Alejandro Toledo podrá entrar en Israel únicamente cuando ponga en orden sus asuntos en Perú".
Toledo posee residencia en Estados Unidos, donde se desempeña como académico en la Universidad de Stanford, por lo que el gobierno peruano insiste en que se encuentra en ese país, específicamente en San Francisco.
El ex mandatario es acusado de recibir, supuestamente, sobornos por unos 20 millones de dólares desde la inmobiliaria brasileña Odrebecht, la que buscaba conseguir la licitación de la carretera Interoceánica en el Perú.
Abogado de Toledo aseguró desconocer su paradero
En tanto,el representante legal del ex presidente, Heriberto Benítez, afirmó este domingo que desconoce el paradero de su defendido, explicando que Toledo utiliza un número oculto cuando conversan telefónicamente para coordinar su estrategia de defensa contra los delitos imputa la Fiscalía peruana en el caso Odebrecht.
El letrado aseguró que la última vez que habló con Toledo fue el viernes al mediodía, asegurando que no conoce su paradero. "Solo sé que está fuera del país", dijo.
El abogado reiteró que recomendó a su defendido no regresar a Perú porque considera que "no hay condiciones para enfrentar a la justicia", y reconoció que aceptó defenderlo porque le aseguró que no tiene nada que ver con los sobornos que le imputan.
