Tres encuestas muestran la debacle del partido del premier Gordon Brown.
Las elecciones están previstas para 2010.
El Partido Laborista se ha hundido en las encuestas sobre intención de voto como consecuencia del escándalo generado por el envío de correos electrónicos difamatorios contra diputados conservadores por parte de un colaborador del primer ministro británico, Gordon Brown.
Según los sondeos publicados este domingo en la prensa, los laboristas están entre 17 y 19 puntos por detrás del Partido Conservador que lidera David Cameron y si las elecciones previstas para 2010 se celebraran ahora cosecharían una derrota histórica.
La encuesta que publica el Mail on Sunday, elaborada por la empresa Ipsos Mori, revela que los "tories" obtendrían el 45 por ciento de los votos, frente al 26 por ciento que lograrían los laboristas de Gordon Brown.
Son muy parecidos los datos de la encuesta del The Sunday Telegraph, de la empresa demoscópica Marketing Sciences, que pone a los conservadores con 17 puntos de ventaja sobre los laboristas, cinco puntos más que en la encuesta realizada hace tres semanas.
La encuesta proyecta una intención de voto del 43 por ciento para los conservadores y del 26 por ciento para los laboristas, que superarían sólo por cinco puntos porcentuales a los liberal demócratas, que obtendrían el 21 por ciento de los votos.
Otro sondeo difundido por el News of the World y realizado por BPIX indica que el 39 por ciento de los encuestados considera que Brown es responsable directo de que se enviaran esos correos electrónicos con la intención de desprestigiar a destacados dirigentes conservadores y, en algunos casos, a sus familias.
El perdón de Brown
Brown pidió perdón el jueves por los correos electrónicos y dijo que se habían tomado las medidas necesarias al prescindir de los servicios de Damian McBride, el colaborador que los envió.
"Pido perdón por lo ocurrido", dijo el primer ministro, quien además asumió la "plena responsabilidad" de este escándalo político que ha puesto en pie de guerra a la oposición conservadora y al que la prensa británica se refiere como el "Smeargate" (calumnia o campaña difamatoria).
McBride mandó los correos a Derek Draper, antiguo asesor de prensa del gubernamental Partido Laborista, quien gestiona una página en internet simpatizante con esa fuerza política.
Los correos también llegaron a manos del bloguero pro conservador Paul Staines, quien, sin entrar en detalles acerca del contenido, declaró a la BBC que esa correspondencia electrónica es "obscena".
De acuerdo con Staines, los textos "pretenden ser calumnias" que sería "imposible que publicase un periódico", pues constituyen "libelos" y resultan "falsos".
McBride fue jefe de prensa de Gordon Brown hasta septiembre del 2008, cuando permaneció en Downing Street con responsabilidades de estratega y asesor especial del primer ministro británico.
Dificil semana para el primer ministro
Las disculpas de Brown llegaron después de una intensa presión de los conservadores y de que Downing Street afirmara a principios de semana que no había motivo para que el primer ministro pidiera perdón.
Los sondeos ponen el colofón a una difícil semana para Brown, que pareció salir triunfante de la cumbre del G-20 celebrada en Londres el 2 de abril y que la semana entrante tiene una importante cita con la presentación el miércoles de los nuevos presupuestos generales del Estado, cruciales para cimentar la salida de la crisis.
Al escándalo del "Smeargate" se sumó la polémica por la actuación policial contra los manifestantes que participaron en las protestas del G-20 -con numerosas denuncias de violencia y la muerte no aclarada de un hombre golpeado por los agentes-, y la salida del Partido Laborista de una de sus ex parlamentarias más veteranas.
Alice Mahon, que formaba parte del ala izquierda del laborismo y fue una de las principales opositoras a las políticas impulsadas por Tony Blair, afirmó: "no puedo ser miembro de un partido cuyo liderazgo ha traicionado muchos de los valores y principios que me inspiraron cuando era una adolescente para formar parte de él".
