Se presume que se trató de un robo de oro.
Decenas de personas han muerto por este tipo de casos durante el último año.
Johannesburgo cuenta con una gran cantidad de minas abandonadas.
La Policía sudafricana encontró en una mina abandonada del este de Johannesburgo el cuerpo sin vida de 11 mineros clandestinos, que según los indicios fueron tiroteados bajo tierra por miembros de una banda rival para robarles el oro que habían extraído.
"Se han encontrado numerosos agujeros de bala dentro de la galería. Parece que el robo de oro fue el motivo del ataque", explicó el Departamento de Seguridad de la provincia de Gauteng en un comunicado, en el que añade que las víctimas fueron asesinadas cuando intentaban salir de la mina.
Los cuerpos fueron sacados en la noche de este martes del subsuelo por miembros de los equipos de rescate.
Un superviviente contó a la Policía que el grupo fue abordado por hombres armados de una banda rival que opera en la zona, que les ordenaron que bajaran a la galería y abrieron fuego contra ellos una vez estaban dentro.
Decenas de personas han muerto en los últimos meses en Sudáfrica en enfrentamientos entre bandas rivales de mineros clandestinos, que operan en minas no explotadas por falta de rentabilidad para las empresas propietarias y venden los minerales que extraen en un mercado negro que mueve cada año millones de euros.
Los mineros ilegales provienen generalmente de países limítrofes como Mozambique, Zimbabue o Lesoto, y se agrupan en bandas organizadas -que poseen armas de fuego y las utilizan a menudo contra grupos rivales o personal de seguridad de las minas- según su nacionalidad.
El este de Johannesburgo es una de las zonas en las que comenzó la minería en Sudáfrica, cuenta con numerosas explotaciones abandonadas y es actualmente uno de los lugares de más actividad minera ilegal del país.
