El Papa Benedicto XVI dijo este domingo que en el origen de la actual situación en Medio Oriente "hay, por desgracia, situaciones objetivas de violaciones del Derecho y de la Justicia, pero ni los actos terroristas ni las represalias" pueden "justificarse".
Tras el tradicional rezo del Angelus, el Papa pidió que los responsables políticos vuelvan "al camino de la razón y abriendo nuevas posibilidades de diálogo y acuerdo".
La noticias "de Tierra Santa son para todos un motivo de nuevas y graves preocupaciones, en particular por la extensión de las acciones bélicas a Líbano y por las numerosas víctimas entre la población civil", indicó.
"En el origen de tales contraposiciones despiadadas hay, por desgracia, situaciones objetivas de violaciones del Derecho y de la Justicia. Pero, ni los actos terroristas ni las represalias, sobre todo cuando tiene trágicas consecuencias para la población civil, pueden justificarse", indicó el Papa.
Benedicto XVI recordó que "por caminos similares -como la amarga experiencia demuestra- no se llega a ningún resultado positivo".
Además, invitó las iglesias locales "a elevar especiales oraciones para la paz en Tierra Santa y en todo Medio Oriente".
El Papa realizó el rezo del Angelus ante unas 5.000 personas, reunidas en la explanada de "les Combes", en el Valle de Aosta (norte de Italia), donde empezó esta semana sus vacaciones.
Benedicto XVI mostró su alegría por transcurrir un periodo de reposo en el Valle de Aosta, "en la casa que tantas veces acogió al amado Juan Pablo II" y dijo que el paisaje alpino "ayuda a fortalecer el cuerpo y el espíritu".
Durante su tradicional saludo en lengua española, deseó que el verano "sea un aliciente para recobrar el sosiego interior que nos permite descubrir con mayor nitidez la hermosura de los muchos dones que hemos recibido de Dios a través de la naturaleza y contemplarlos en familia y con los demás en espíritu de amistad".
Por otra parte, Benedicto XVI señaló que "aún está vivo el recuerdo del Encuentro Mundial de las Familias", que se celebró recientemente en la ciudad española de Valencia (este), y animó a las familias cristianas para que sepan "vivir y transmitir con alegría la fe a las nuevas generaciones". (EFE)