Dueños de pubs y restoranes del barrio Brasil denunciaron ser los más afectados.
Desde el viernes deben cerrar a las 02:00 horas en la semana y a las 03:00 los fines de semana.
La restricción horaria para restoranes y pubs que comenzó a regir desde el viernes pasado enfrentó a la Municipalidad de Santiago con los locatarios, principalmente los de barrio Brasil, que participaban en una mesa de negociación con las autoridades.
"Nos habíamos reunidos con el alcalde (Pablo Zalaquett) para ver qué problemas habían en el barrio y qué podíamos hacer para solucionarlos. Estábamos en esas conversaciones y de repente nos encontramos con esta sorpresa. Nos sentimos traicionados", relató el dirigente de los propietarios, Enrique Antillo.
Según explicó, realizaron un estudio que reveló un 20 por ciento de pérdidas en sus utilidades, lo que acarreará " una seguidilla de cosas, (pues) si tienes menos horas de trabajo, necesitas menos personal y tienes que empezar a despedir".
"El barrio Brasil hace mucho tiempo que dejó de ser un barrio para universitarios. La verdad que los precios no se condicen con ese target. La restricción horaria no va a resolver el problema de fondo: el orden público se altera en el barrio por la ingesta de alcohol en la calle, principalmente por la venta de alcohol a menores de edad y el funcionamiento de locales clandestinos que no están sujetos a ningún control", explicó, por su parte, el dueño de Club Santiago y Santo Barrio, Marcelo Beltrán.
La medida comenzó a regir desde el viernes pasado y afectará a los locales de los barrios Brasil, República y Aillavilú, que deberán cerrar en la semana a las 02:00 horas y a las 03:00 horas los viernes y sábados. Además, las cervecerías deberán retrasar su horario de apertura desde las 10:00 a las 12:00.
"Esto sólo ha generado polémica en el barrio Brasil, no en los otros sectores. No tengo ningún problema en conversar y buscar soluciones para el sector, (porque) lo que nos interesa es que los residentes del sector tengan tranquilidad", dijo el asesor jurídico de la municipalidad, Mauricio Cisternas.
De acuerdo a los datos entregados por el jurista, 25 mil personas han abandonado la comuna de Santiago en los últimos seis años: "Eso nos está mandando un mensaje tremendo respecto de gente que compra su departamento y lo ve desvalorizado por los ruidos y molestias".
Junto a la restricción en los horarios, se implementarán medidas de seguridad referentes a iluminación y fiscalizaciones.
