La titular de Energía afirmó que pretende traer la palabra empeñada de Buenos Aires para mantener el suministro domiciliario y lograr que el aumento de precio del gas boliviano afecte lo menos posible a Chile.
La ministra de Energía y Economía, Karen Poniachik, que este jueves parte a Argentina a pedir "explicaciones" sobre el alza unilateral de los precios del gas que se vende a Chile, afirmó que espera volver con el compromiso del país vecino respecto a que cumplirá con los contratos vigentes.
"Uno de los objetivos de nuestro viaje a Buenos Aires no es negociar, porque no vamos a negociar precios, sino a pedir explicaciones, saber qué es lo que quieren hacer y nosotros además transmitirles lo que les hemos dicho siempre, en el sentido de que esperamos que se cumplan los contratos y que, si llega a haber un efecto de este aumento de tarifas, éste sea el mínimo posible para los chilenos", señaló.
En entrevista con El Diario de Cooperativa, Poniachik aseveró que bajo estas circunstancias, "van a ser conversaciones largas. La del viernes creo que es la primera de muchas conversaciones, porque esto es un proceso. Y esperamos por supuesto representar nuestros intereses y los intereses de los chilenos y de los empresarios que son clientes del gas argentino".
"Vamos a tratar que el impacto para los chilenos sea el menor posible", recalcó respecto a su visita, que oficialmente comenzará el viernes con una reunión matutina con el secretario de Energía, Daniel Cameron y seguirá con el ministro de Planeamiento, Julio Miguel De Vido, citas a las que la acompañará el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren Stork.
"Me gustaría traer a los chilenos la reiteración del compromiso de que Argentina va a cumplir con sus contratos y con mantener el suministro domiciliario y de que el impacto en los precios será el más bajo posible", añadió.
Y aunque esta alza se concretara, Poniachik enfatizó que las tarifas eléctricas, por ahora, no subirán: "En la próxima fijación de precio nudo, que es en octubre, no va a haber un impacto mayor, si es que lo hay, de este mayor costo del gas".
Enfatizó que el hidrocarburo que viene de Argentina tiene sustitutos, como el diesel para las empresas y el gas licuado para los hogares. "Lo que va a pasar es que vamos a tener que pagar precios entre 20 y 30 por ciento más caros", pero el "sistema chileno no se va a paralizar".
A esto se suma que en el mediano plazo se irán concretando resultados de la prospección en Magallanes, la planta de Gas Natural Licuado de Quintero y la licitación para la construcción de nuevas centrales.
"Estamos trabajando activamente por promover fuentes alternativas de generación", apuntó.
En tanto, Jorge Lapeña, consultor y secretario de Energía durante gobierno del ex presidente argentino Raúl Alfonsín, afirmó que en el largo plazo lo más probable es que su país se reste definitivamente de las actividades exportadoras del hidrocarburo.
De acuerdo a su análisis, las privatizaciones de la década de los noventa dejaron en manos privadas las empresas dedicadas a la explotación del gas natural, las que dejaron de lado la exploración, iniciando el acelerado agotamiento de una reserva que se esperaba durara al menos 35 años más.
En este escenario, para Argentina "la situación ideal sería obviamente que se cumplan los contratos y yo creo que hacia el futuro, una vez que se terminen, Argentina va hacia una situación en la cual va a tener que dejar de exportar".
"Ahora, somos conscientes de que ni siquiera los contratos actuales se están cumpliendo a cabalidad", apuntó.
Tras la firma del acuerdo entre Argentina y Bolivia, el pasado jueves 29 de junio, la prensa bonaerense afirmó que Buenos Aires estudia traspasar a Chile el aumento de precio del gas que importa desde el país altiplánico.
Actualmente, Argentina pagaba 3,2 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas (BTU), valor que subió a cinco dólares a partir de julio. (Cooperativa.cl)
