La Brigada de Homicidios de la PDI investiga la muerte de dos ciudadanos colombianos que murieron acribillados este jueves en el centro de Santiago.
Se trata de Alfonso Giraldo, 48 años, y su sobrino, Álvaro Valencia, de 28 años, quienes recibieron más de 10 impactos de balas al interior de un vehículo en la calle Zenteno entre Victoria y Pedro Lagos.
Las víctimas tenían sus visas vigentes y se dedicaban a la venta de celulares en el Persa Biobío.
El subprefecto de la PDI, José Ortiz, detalló que "todas las hipótesis estamos barajando en este momento y vamos a recoger todo lo que es evidencia balística y las evidencias que nos permitan establecer la dinámica exacta del sitio del suceso".
Algunos vecinos indican que los colombianos que habitan en el sector trabajan como prestamistas, por lo que son comunes las golpizas a quienes no cumplían con los pagos.
La PDI relaciona al crimen con un posible ajuste de cuentas.
Gobierno hizo un llamado a no estigmatizar
Desde el Gobierno también hubo reacción respecto a este hecho, pues el vicepresidente Jorge Burgos llamó a no estigmatizar a la población inmigrante radicada en el país.
"El delito hay que atacarlo cualquiera sea la nacionalidad de quien sea el autor. Cuidado con estigmatizar a personas según su nacionalidad. Cuidado, porque eso es muy injusto", manifestó el ministro del Interior.
Burgos sostuvo que "si en esta oportunidad en los antecedentes que se tienen y los que han salido hay una nacionalidad, es un hecho accesorio respecto del tema central que es buscar a los tipos que asesinaron".
"Es un crimen poco común y hay que atacarlo con todo", aseveró el secretario de Estado.
Las cámaras de vigilancia de calle Zenteno identificaron a un hombre solo que realizó los disparos, aunque otro sujeto lo esperaba para huir del lugar. Ambos son intensamente buscados por las policías.