Un total de ocho personas fueron detenidas por su presunta participación en la creación de la red que operaba en Temuco y Osorno.
Más de 20 víctimas fueron rescatadas.
Un total de ocho personas fueron detenidas por su presunta participación en la creación de una red de explotación sexual que operaba en Temuco y Osorno y que ha sido calificada como la más grande del sur de Chile.
El fiscal jefe de Temuco, Alberto Chiffelle, informó que junto con capturar a los involucrados en la red, la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Bitrap) de la Policía de Investigaciones (PDI) rescató y liberó a una veintena de mujeres que fueron engañadas con falsas promesas de empleo para venir a Chile desde otros países sudamericanos y que, una vez en el país, fueron obligadas a ejercer la prostitución.
"La investigación, en principio, arrojó más de 20 víctimas" en Temuco y Osorno, detalló el persecutor.
El jefe de la Bitrap Metropolitana de la PDI, Giordano Lanzarini, explicó que el operativo "fue el resultado del trabajo que llevó nuestra unidad en conjunto con el Ministerio Público" desde junio pasado.
"En Temuco hay cinco personas detenidas, dos en Osorno y uno en Santiago", confirmó el policía civil. Los aprehendidos son seis chilenos y dos colombianos y entre ellos hay un profesor que se desempeñaba como sostenedor de un colegio.
Los ocho detenidos "conforman una red internacional de trata de personas en Chile, compuesta por ciudadanos chilenos y colombianos", indicó Lanzarini.
"Existe una organización jerárquica y los líderes están todos detenidos", enfatizó el detective.
Las víctimas vivían en un estado "de esclavitud moderna
El fiscal de Temuco explicó que "esta investigación comenzó en junio a raíz de denuncias de algunas víctimas", quienes "fueron traídas a Chile con un fin específico: la explotación sexual".
"Se logró establecer que ha pasado una serie de víctimas que bajo engaño fueron traídas al país y eran presionadas para ejercer la prostitución y vivir en condiciones muy diferentes a las que les ofrecían en esta red de trata", indicó el jefe de la Bitrap.
Las víctimas eran engañadas con falsas promesas de empleo. "Algunas venían a ejercer labores de trabajadora de casa particular, otras de modelo", detalló el fiscal.
En Chile, de acuerdo al Ministerio Público, las mujeres vivían en un estado "de esclavitud moderna, en el sentido que eran víctimas de coacción, se aprovechaban de su vulnerabilidad, estaban bajo amenazas. Muchas de estas víctimas fueron traídas sin saber a lo que venían y ya estando acá, en total desamparo, eran obligadas a prostituirse".
Las víctimas, además, "estaban siendo monitoreadas día y noche" por sus captores.
Una vez rescatadas, las mujeres "fueron derivadas a la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía, que en definitiva se hará cargo de ahora en adelante de ellas", explicó el fiscal Chiffelle.
