En el marco del nuevo plan de seguridad liderado por el alcalde de Peñalolén, Miguel Concha, se realizó un operativo de incivilidades en la calle Ramón Carnicer, entre Alhué y Los Talladores, con el objetivo de recuperar espacios públicos y reforzar la seguridad en la comuna.
Durante la intervención de este martes, se desalojaron nueve rucos habitados por personas en situación de calle, se eliminaron cables eléctricos que abastecían estructuras improvisadas y se retiró un microbasural que representaba un foco de insalubridad para el sector.
Además, se realizaron labores de tala y poda de árboles utilizados para construir viviendas irregulares.
En el operativo participó personal de la Delegación Presidencial Metropolitana, las direcciones municipales de Inspección, Aseo y Ornato, Seguridad Humana, y 20 efectivos de la 43ª Comisaría de Carabineros.
El alcalde Concha destacó la importancia de estas acciones para garantizar la seguridad vecinal y devolver el espacio público a las familias de Peñalolén, asegurando que no sería ocupado "sólo por un grupo acotado de personas que generan utilización indiscriminada de nuestro espacio público".
Medidas a corto y largo plazo
Para evitar que estas ocupaciones se repitan, se implementarán medidas a corto y largo plazo. Entre ellas, el recambio de luminarias con la instalación de dos torres y cuatro nuevas luces, además de un proyecto FRIL con una inversión de $190 millones, que mejorará las áreas verdes, incorporará juegos infantiles, máquinas de ejercicio y pavimentación.
En este sentido, el jefe comunal enfatizó: "Queremos ser enfáticos en que no vamos a claudicar. Si vuelven a ocupar el espacio, seguiremos realizando operativos de recuperación".
También Seguridad Humana, junto con el Programa CATV, desarrollarán un proyecto comunitario para niños y jóvenes que utilizará el deporte como herramienta de prevención.
Problemática de seguridad
El delegado presidencial metropolitano, Gonzalo Durán, subrayó que las autoridades mantendrán y reforzarán estos operativos para garantizar la seguridad del sector: "También vamos a notificar a las personas que vivan en el sector y que contribuyan a la instalación de estos rucos para impedir que se mantenga esta lógica de apoyo a esta actividad", complementó.
Durán destacó que las intervenciones no sólo buscan desalojar rucos, sino también responder a denuncias graves de diversos delitos, "algunos de gran complejidad, como, por ejemplo, porte de armas".
En el último periodo se recibieron seis denuncias anónimas, de las cuales tres se relacionaron exclusivamente con tráfico de drogas, y las otras incluían también porte ilegal de armas, venta de especies robadas y uso de fuegos artificiales.
Además, se registraron 93 llamados, el 73% por faltas cívicas y el 27% por delitos y/o violencia.