Danilo Núñez, subsecretario de Transportes, descartó que se produzcan mayores problemas en el traslado de la población a raíz del retiro de 800 buses amarillos del transporte público de la capital a partir de la medianoche de este jueves.
Esta salida de las máquinas antiguas forma parte de una nueva etapa en el plan Transantiago, que deberá estar totalmente operativo en octubre de 2006. A la salida de estos 800 buses, se sumará la entrada de 200 máquinas del nuevo sistema de transporte.
Núñez indicó que este cambio no significará mayores problemas en la frecuencia de los recorridos.
"Cuando se producen estos cambios tan grandes, hay efectos los primeros días, por decirlo así, de marcha blanca". Sin embargo, la autoridad indicó que pasados estos primeros días "se aminoran, disminuyen y se eliminan los problemas iniciales".
De la actual flota existente de 8.145 buses, a partir del viernes 14 de abril quedarán autorizados para circular un total de 7.333 buses, de los cuales 1.840 son buses que corresponden al estándar Transantiago.
Ministro: El grueso de los choferes pasa al sistema nuevo
Por su parte, el ministro de Transporte, Sergio Espejo, restó dramatismo a los cuestionamientos por el desempleo que provocará la decisión de retirar las máquina de circulación.
"Lo que nos enseña la evidencia y las conversaciones que hemos tenido con los operadores y los dirigentes sindicales de las distintas unidades, es que el grueso de los conductores y trabajadores han estado pasando al sistema nuevo", dijo.
Añadió que es responsabilidad de los dueños de las máquinas pagar las indemnizaciones a los trabajadores que queden sin fuente laboral.
"Quiero ser muy enfático: aquí hay obligaciones laborales de los propietarios de estos vehículos que son los responsables de las indemnizaciones de sus trabajadores cuando corresponda", afirmó.
Espejo agregó que "en aquellos casos en que la gente este quedando fuera del sistema, estamos abiertos a analizar de que manera podemos analizar su inserción laboral posterior". (Cooperativa.cl)