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Alcohólicos juveniles de fin de semana están bajo la mirada de expertos

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Autor: Cooperativa.cl

Especialistas de Estados Unidos y la Unión Europea alertaron sobre la conducta de etílica de menores de 25 años, quienes se embriagan hasta quedar inconcientes.

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Un nuevo patrón de alcoholismo se ha instalado con fuerza entre los jóvenes, y se trata de un alcohólico joven, menor de 25 años, que bebe compulsivamente en fin de semana y presenta trastornos o conducta antisocial.

 

Una nueva generación con un nuevo estilo cargado de riesgo ha llevado a las autoridades de Estados Unidos a crear una nueva categoría de alcoholismo.

 

El Instituto Nacional del Abuso de Alcohol y Alcoholismo estableció una nueva clasificación en la que considera cinco categorías de alcohólicos, una de ellas la del joven, menor de 25 años que, a pesar de no consumir a diario, bebe grandes cantidades los fines de semana y presenta trastornos mentales o conductas antisociales, como pueden ser peleas o actividades de riesgo.

 

La UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también lo están abordando.

 

La permisividad de los padres ante el alcohol mientras concentran su preocupación en las drogas; y la extensión de un modelo nórdico -beber en fin de semana hasta caer- en lugar del más mediterráneo -poco y a diario- son algunas de las claves de una realidad que puede minar la salud de una cuarta parte de los jóvenes.

 

Hasta ahora, los especialistas reconocían como alcohólica a aquella persona adulta con una dependencia orgánica del alcohol, que bebía a diario y con problemas de salud graves. Sin embargo, los problemas pueden ser otros.

 

"Alcohólico es aquella persona que, independientemente de la edad, realiza consumos que le ocasionan problemas y, a pesar de ellos, no deja de beber", afirma un experto.

 

Este tipo de bebedor consume cada vez una media de 119 gramos de alcohol puro en hombres (el equivalente a 12 cervezas o seis tragos) y 83 gramos en mujeres (equivalente a ocho cervezas o cuatro tragos). Además, la frecuencia de borracheras es alta, con una media de tres episodios por mes, afirma José Valencia, investigador principal del estudio.

 

También precisa que "se puede tener un consumo compulsivo y no tener dependencia física".

 

Ahora bien, independientemente de la dependencia física, este joven se asocia con accidentes de autos, intoxicaciones, violencia, sexo inseguro, problemas laborales y problemas cardiovasculares agudos.

 

Este mismo grupo de investigación está llevando a cabo estudios en los que correlacionan estos riesgos con el consumo excesivo de alcohol. Los que cometen excesos con el alcohol tienen el doble de riesgo de tener un accidente de auto. (Agencias)

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