La depresión aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares

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Autor: Cooperativa.cl

En tanto, hacer deporte reduce el peligro de infarto en más de 50 por ciento, disminuye el colesterol negativo y aumenta el colesterol bueno, revelaron nuevos estudios.

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La pérdida de interés en las actividades cotidianas y la falta de energía son algunos de los síntomas de la depresión, un trastorno del ánimo que no sólo afecta la vida privada y el trabajo, porque también tiene consecuencias directas en el organismo, aumentando el riesgo de aterosclerosis y de accidentes cardiovasculares.

 

El estudio InterHeart, desarrollado por especialistas internacionales, ubica a los trastornos depresivos como factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, tanto en personas sanas como en quienes ya tienen una patología cardiaca previa.

 

La depresión también se asocia con el desarrollo de insuficiencia cardiaca congestiva y a una peor evolución en estos pacientes.

 

"InterHeart analizó los factores de riesgo asociados con el infarto al corazón y demostró que los factores psicosociales influyen más en padecer un infarto al miocardio que la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión y la obesidad”, explicó la Mónica Acevedo, cardióloga de la Universidad Católica Acevedo.

 

Según la especialista, en pacientes que tienen enfermedad cardiovascular establecida, la prevalencia de depresión es de 20 por ciento. En enfermos con insuficiencia cardiaca la cifra sube hasta 30 y 40 por ciento.

 

En quienes sufrieron un síndrome coronario agudo, como un infarto o preinfarto, y también entre quienes fueron sometidos a una cirugía de by pass coronario, la incidencia de la depresión alcanza al 50 por ciento.

 

Y en la población general, la prevalencia de depresión es de cinco por ciento, agregó la cardióloga, quien explicó los mecanismos a través de los cuales esta enfermedad puede provocar problemas cardiacos.

 

La depresión provoca un aumento en la producción de una hormona conocida como cortisol, y el exceso de ésta deriva en obesidad abdominal y alteraciones metabólicas, factores que aumentan el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y diabetes.

 

La estimulación del sistema nervioso autónomo provoca el aumento de la producción de hormonas del estrés, y esto se traduce en mayor frecuencia de pulsaciones, taquicardia, alteraciones en la regulación de la frecuencia cardiaca y en el electrocardiograma, que pueden derivar en producción de arritmias.

 

Por las características mismas de la depresión, como el desinterés y la tristeza, los pacientes tienden a no seguir con la regularidad necesaria los tratamientos para sus trastornos cardiovasculares.

 

El deporte reduce el riesgo de infarto en 50 por ciento

 

Además, según el estudio InterHeart, hacer deporte, como andar en bicicleta, reduce el riesgo de infarto en más de 50 por ciento, disminuye el colesterol negativo y aumenta el colesterol bueno.

 

Según Fernando Yáñez, cardiólogo de la Universidad Católica, "uno de los principales beneficios que reporta andar en bicicleta se da a nivel cardiovascular, ya que disminuye la morbilidad y mortalidad por causas cardiacas".

 

"Además, baja la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos, así como la resistencia a la insulina. Junto con eso, tiene efectos favorables en el estado de ánimo y en el sistema muscular y esquelético”, agregó.

 

En tanto, la práctica de 30 minutos de ejercicio físico de tres a cuatro días a la semana reduce en 40 por ciento el riesgo de sufrir cardiopatía isquémica o la disminución del riego sanguíneo en el corazón. (Cooperativa.cl)

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