El arte emergente chileno tendrá representación en Bienal de La Habana

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Autor: Cooperativa.cl

Tres artistas nacionales participarán en la novena versión del evento, entre ellos Claudia Fierro, quien asume el desafío como una oportunidad para conectarse con el circuito latino.

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Por Gonzalo Rodríguez gonzalor@cooperativa.cl

 

Más de 100 artistas tomarán parte entre el 22 de marzo y hasta fines de abril en la novena versión de la Bienal de La Habana, muestra en la que Chile estará representado por Claudia Fierro, Yennyferth Becerra y Pablo Rivera, quienes son considerados como parte del arte emergente nacional.

 

La Bienal de La Habana se elaboró bajo el lema "Dinámicas de las culturas urbanas", con el fin de mostrar disímiles expresiones de vida y cultura relativas a los contextos citadinos, sus procesos de confluencia, hibridez, multiculturalidad y transformación.

 

Las obras se expondrán en diferentes espacios, galerías e instituciones de la ciudad, en forma paralela a un foro en el que intervendrán pensadores, artistas, curadores, y expertos del mundo contemporáneo del arte.

 

"Eligieron nuestras obras porque cada uno de nosotros hemos realizado algún trabajo de distintas disciplinas que tienen que ver con intervención urbana", señaló Claudia Fierro a Cooperativa.cl a la hora de explicar la invitación que recibió, por parte del consejo curatorial de la bienal que anualmente se realiza en la capital cubana.

 

Ella a igual que Yennyferth Becerra y Pablo Rivera recibieron el apoyo de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería y durante la semana ya emprenderán viaje rumbo a la isla.

 

Respecto a la forma en que asume este desafío en su carrera, Claudia Fierro -que presentará una video-instalación sobre la comunidad cercana al centro cultural Balmaceda 1215- indicó que le atrajo la idea de "conocer una plataforma súper distinta de otras modalidades de bienales".

 

"O sea La Habana es una bienal súper independiente y yo creo que también hay algo de ir a entender un poco la situación del arte cubano, que no se conoce mucho afuera y ver lo que pretende esta bienal, que es organizada por el gobierno de Cuba", destacó.

 

Por otra parte, "en la Bienal de La Habana participan curadores y críticos, se organizan mesas redondas y discusión en torno a las obras. En este sentido es una bienal más de discusión que comercial", sostuvo, ya que -según ella- este evento se diferencia de otro tipo de espacios donde el interés primordial está centrado en tratar de vender obras, o hacerse conocido para llegar a vender.

 

"La Bienal de La Habana, tanto como la Bienal de Sao Paulo, aunque de una manera distinta, busca generar conocimiento y discusión en torno a las obras, en ese sentido no es más académico pero sí más de corte crítico y hay gente que va a ver obras para futuras curatorias, entonces de todas maneras esto es como una plataforma súper importante como para salir al circuito latinoamericano", dijo Claudia Fierro.

 

Según la expositora, por paradójico que parezca para un artista latino es mucho más fácil mostrar su trabajo en un circuito europeo que en este lado del planeta, ya que en América Latina falta una mayor conexión entre los creadores y las exposiciones.

 

El material a exponer

 

Claudia Fierro expondrá una instalación de video, fotografía y objetos denominada "Corporativo", con la que pretende contrastar la imagen que proyecta un barrio como el que rodea a Balmaceda 1215 y las historias y sentimientos de los habitantes del lugar.

 

El proyecto consistió en entrevistas a trabajadores y habitantes del barrio y la realización de un registro audiovisual. Posteriormente se elaboraron algunas acciones de arte de intervención pública, fotografías y videos relativos a la experiencia relatada por los entrevistados.

 

El montaje final consistió en un video que exhibe, en un monitor, una imagen "corporativa" del barrio, una proyección del registro en video de las tres acciones realizadas en la calle, un video de ficción relativo a las entrevistas proyectado a muro, y una serie de seis fotografías color de gran formato.

 

Detrás de este trabajo existe una reflexión sobre los espacios públicos artificiales y su ornamentación, que constituyen otra cosa que "una trucada imagen corporativa".

 

Por su parte Yennyferth Becerra es la creadora detrás de "Palapa", nombre que alude a una construcción que se realiza con algo de paja y cuatro palos y que sirve como pequeño espacio de descanso o refugio temporal.

 

Según Becerra, su obra reconstruye la imagen de una vivienda precaria. Toda la precariedad de la vivienda y lo efímero esta puesto en tensión con estructuras hechizas que trivializan el tema y lo acercan a una mecánica y solución diaria de maestro chasquilla, o esa cultura de arreglárselas para vivir.

 

Mientras tanto, Pablo Rivera mostrará "Take & run", que corresponden a 160 fotografías digitales tomadas a casetas de vigilancia en Santiago y sus alrededores, bajo la premisa de exponer estos objetos como "artilugios anacrónicos" en la era del satélite y las cámaras de vigilancia.

 

Rivera asume las casetas como espantapájaros contemporáneos, "objetos que proyectan su presencia en el espacio que habitan, contaminándolo sicológicamente e instaurando en él la ilusión de la vigilancia, la paranoia y el control de los espacios y los cuerpos". (Cooperativa.cl)

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