Bansky, que ha realizado insólitas acciones de arte, dijo que quería convertir a la estructura "degradante e invasora" en "la más larga galería de libre expresión y arte malo".
Un artista de los graffiti de nacionalidad británica, conocido en el mundo del arte como Bansky, y que se dedica a gastar bromas pesadas a famosos museos, ha elegido el muro de separación levantado por los israelíes para realizar sus últimas obras en la calle.
Bansky levantó recientemente un escándalo en Londres al colgar la galería de arte romano del Museo Británico una pieza falsa en la que aparecía una especie de cavernícola empujando un carrito de supermercado, algo de lo que nadie se percató hasta que aquél confesó su acción.
Esta semana, según relata el diario británico "The Independent", Bansky optó por una manifestación más política, pintando en la muralla que está erigiendo Israel para protegerse de los terroristas palestinos varias imágenes, incluidas algunas de niños haciendo un boquete en el muro.
"Si quieres vacaciones, te vas a Ibiza. Si lo que quieres es un muro, tienes que ir a Palestina", declara el artista, que considera esa "muralla de segregación" una auténtica "desgracia".
"En la parte israelí, todos son céspedes bien cuidados y vehículos todo terreno, y al otro lado, sólo polvo y personas en busca de trabajo", critica Bansky, que se dice excitado por la posibilidad de convertir una estructura "degradante e invasora" en "la más larga galería de libre expresión y arte malo".
Su agente, Steve Lazarides, que vende sus serigrafías y publica sus libros, afirma que se trata de un artista muy político, que trabaja, sin embargo, en varios niveles, y explica que en la mayor parte de sus obras subyace el humor.
La empresa de Lazarides, Picturesonwalls, lleva ya vendidos más de 100.000 ejemplares de libros y pinturas de Bansky a sus numerosos admiradores, entre los que está el conocido diseñador de moda inglés
Paul Smith.
Karen Wright, editora de la revista "Modern Painters", sugirió recientemente que Bansky habría sido un buen candidato al premio Turner de arte que cualquier de los elegidos, pero Bansky asegura que le importa un bledo el reconocimiento institucional. (EFE)
