El siete veces campeón mundial de Fórmula 1, que vio esfumarse la corona a manos del español Fernando Alonso, señaló que nuevamente se sintió satisfecho con el funcionamiento de su Ferrari.
El piloto alemán Michael Schumacher, siete veces campeón mundial de Fórmula 1, aseguró que los entrenamientos prenavideños que hizo en Jerez de la Frontera (España) con su Ferrari fueron "los mejores momentos" que ha pasado en un circuito en el último tiempo.
Luego de una temporada donde fue incapaz de mantener su hegemonía, ante la gran irrupción del español Fernando Alonso (Renault), aseguró este viernes que "después de todo volví a sentirme satisfecho con el rendimiento del coche".
Schumacher prefiere ser cauto a la hora de hablar de sus opciones para la próxima temporada, pero se mostró confiado en que el equipo será más competitivo de lo que lo fue durante 2005.
"Las cosas no pintan mal, podríamos decir para ser cautos, o para serlo menos, que las cosas están yendo en la buena dirección," indicó Schumacher.
"Quedé bastante satisfecho con los test de Jerez, aunque está claro que aún es pronto para poder hacer alguna predicción, ya que la configuración de los coches sobre la pista no era comparable", manifestó el piloto germano.
Schumacher confía en recortar las distancias con sus dos grandes rivales, Renault y McLaren, en materia de neumáticos, donde espera que Bridgestone pueda hacer frente a Michelin, aunque más allá de la posibilidad de volver a cambiar gomas durante la carrera la clave estará en centrarse en su propio rendimiento.
"Se ha estado trabajando muy duro durante el invierno (europeo), en la fábrica, el equipo de pruebas, todo el personal de Bridgestone y del resto de nuestro colaboradores, y eso ha dado sus frutos en forma de progresos. En todos he visto el mismo espíritu combativo que yo tengo", aseguró. (EFE)
