El ex capitán de la selección argentina que ganó el Mundial de 1986 retornó a La Habana tras pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo con su familia en Buenos Aires.
El mayor astro del fútbol argentino de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, aseguró sentirse "perfectamente bien" al regresar el miércoles a La Habana, poco antes de la medianoche, para continuar su tratamiento contra su adición a las drogas.
El ex mediocampista llegó al Aeropuerto "José Martí" de la capital de Cuba, vestido con una camiseta negra con la imagen de "Mickey Mouse", un pantalón corto azul marino, y con su ya clásico sobrepeso.
"Me siento perfectamente bien", señaló el ex capitán de la selección argentina en breves declaraciones a un la prensa cubana.
Maradona, de 44 años, salió a mediados de diciembre pasado hacia Argentina para asistir a la graduación de su hija mayor, Dalma Nerea, y pasar la Navidad y el Año Nuevo con su familia.
El ídolo de Boca Juniors ha estado desde el 20 de septiembre de 2004 en el Centro de Salud Mental, situado a unos 15 kilómetros al oeste La Habana, donde recibe tratamiento bajo un régimen terapéutico de comunidad cerrada.
Maradona dijo desconocer qué tiempo estará en la institución médica cubana, dependiente del Ministerio del Interior, aunque indicó que "espero estar acá hasta el 15 de este mes (enero)".
"Luego me iré a varios países de Europa a trabajar", aunque no mencionó ninguna nación ni aclaró qué tipo de labor realizará en el Viejo Continente.
El trasandino coincidió en el aeropuerto capitalino con Cristian Jiménez, viceministro primero de Deportes de Cuba, que regresaba de Venezuela, y se interesó por su estado de salud y por sus familiares.
El mejor futbolista del siglo XX, junto al brasileño Pelé, comentó que su familia en Argentina "toda se encuentra muy bien".
Maradona, que llevaba dos relojes de pulsera, un aro en su oreja derecha y un "candado" de barba, ingresó por primera vez en Cuba en enero de 2000 en el Centro de Salud Internacional La Pradera, en las afueras de la ciudad, con severas afecciones cardíacas y problemas de hipertensión. (EFE)
