Bajo el arbitraje del chileno Carlos Chandía, el cuadro inglés derrotó por 3-0 a Deportivo Saprissa, avanzando sin problemas a la definición de la corona del torneo que se disputa en Japón.
Con los dos metros de talento del espigado atacante Peter Crouch y acompañantes de lujo, Liverpool de Inglaterra aplastó este jueves a Deportivo Saprissa de Costa Rica por 3-0 para avanzar a la final del Mundial de Clubes.
En un duelo arbitrado por el chileno Carlos Chandía y jugado en el Estadio Internacional de, Crouch anotó dos goles, se perdió otros dos y fue una constante pesadilla para los costarricenses.
Liverpool, actual campeón de Europa donde militará el chileno Mark González, enfrentará este domingo 18 de diciembre en la final al Sao Paulo, monarca de la Copa Libertadores de América. El torneo reúne a los campeones de las seis confederaciones en que está dividida la geografía del fútbol.
Crouch tuvo como acompañantes inspirados a Steven Gerrard, el veterano Djibril Cisse y el incansable John Arne Riise, puntales de un equipo que estableció una innegable superioridad sobre su rival.
Apenas estaban entrando en calor los jugadores, cuando Djibril Cisse dominó la pelota dentro del área y se la dejó servida a Crouch, quien la cacheteó de derecha estirando su pierna interminable y la metió en el arco a los 3'.
Con el gol tempranero, el Liverpool se asentó tranquilo en su defensa para apostar al vértigo de sus delanteros.
A los 32', el noruego John Arne Riise entró por la izquierda y lanzó un centro a media altura que Gerrard empalmó de derecha como venía y sacó un cañonazo fulminante que entró en el arco junto al poste izquierdo.
Y a los 58', nuevamente Crouch demostró que no perdona. Encaró ante una vacilación de la defensa "tica" y entrando solo frente al arquero remató esquinado para ampliar el marcador. (Agencias)
