Quien era el único tenista chileno sobreviviente en el primer Grand Slam del año, apuntó que la irregularidad de sus golpes y algunas molestias físicas gatillaron su derrota ante el argentino David Nalbandian.
Sensiblemente amargado por su eliminación del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, se mostró este sábado el tenista chileno Fernando González (16º en las listas de la ATP).
La primera raqueta nacional, que cayó en la tercera ronda del certamen australiano ante el argentino David Nalbandian por 7-6 (3), 5-7, 2-6 y 3-6, apuntó a la irregularidad de sus golpes y las pequeñas molestias físicas que sintió durante el desarrollo del juego, como las causas de su derrota.
"No fue un buen día a pesar de que comencé ganando. Tampoco me sentí jugando tan bien como lo venía haciendo. Ni mi servicio ni mi slice de revés funcionaron como me hubiera gustado", señaló.
"Las cosas habrían sido diferentes si estos golpes hubieran funcionado mejor para no regalar puntos y para dominar un poco más el partido", añadió el tenista de La Reina.
"A partir del tercer set me molestó un poco el talón, pero también existieron otros dolores generales, que no creo sean alguna lesión, pero que me molestaron bastante", agregó a continuación.
"En el tercer y cuarto set David (Nalbandian) se me metió encima con sus devoluciones, empezó a cerrar mucho más y a atacarme más", dijo.
"Me ofusqué un poco conmigo mismo, y, además, no estaba muy cómodo, la bola me flotaba mucho y tenía que correr demasiado", enfatizó más tarde.
Frustrado, González sentenció que "en el tenis uno tiene que estar listo para todo; uno viene a ganar pero por perder no se acaba la carrera. Me hubiese encantado seguir avanzando y hacer algo más importante en este Grand Slam".
Nalbandian: "(González) No aguantó el ritmo"
Por contrapartida, la satisfacción del argentino David Nalbandian, una vez consumada su victoria sobre el chileno, era evidente.
"Hoy jugué bastante bien, perdí el primer set pero teniendo muchas oportunidades de ganarlo. Después, creo que pude tomar el control del partido y cerrarlo en cuatro mangas", indicó.
"La seguridad y la tranquilidad no las perdí nunca. Sabía que el juega con muy pocos tiros, el saque y la derecha muy fuerte, y que a la larga no iba a aguantar el ritmo y, de hecho, no lo aguantó", explicó a continuación.
"Fernando es un jugador imprevisible porque nunca sabes con que va a salir. A la hora de los peloteos puede pasar cualquier cosa", agregó.
Sobre su duelo en la próxima ronda, frente a su compatriota Guillermo Coria (6º), Nalbandian prevé que será sólo "un partido más, pero duro".
"Es un octavo de final de un Grand Slam y los dos vamos a salir con las mismas ganas de ganar. Si bien es distinto jugar con alguien al que se conoce más que a otros jugadores, las ventajas y desventajas son exactamente las mismas para ambos". (EFE)
