Resumen 2025: Jarry tuvo un gran Wimbledon y Tabilo ganó el único título del año en Chengdú

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Autor: Redacción Cooperativa

Además, el conflicto con Bélgica en Copa Davis marcó un precedente para la temporada.

Resumen 2025: Jarry tuvo un gran Wimbledon y Tabilo ganó el único título del año en Chengdú
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El tenis chileno atravesó en 2025 una temporada compleja y llena de contrastes, marcada por la irregularidad de sus principales figuras en el circuito ATP, un episodio polémico que dejó huella en la Copa Davis y las primeras señales de recambio que comenzaron a asomar desde las categorías menores.

Tabilo y la dificultad para sostener el protagonismo

Tras el salto competitivo mostrado en temporadas previas, Alejandro Tabilo enfrentó en 2025 un calendario marcado por la irregularidad. Eliminaciones tempranas en torneos relevantes y la dificultad para encadenar buenas semanas le impidieron consolidarse de manera estable en el grupo de jugadores destacados del circuito. Mientras que representando a Chile, fue duramente cuestionado por sus decisiones y participación.

Aun así, el zurdo se mantuvo como uno de los referentes del tenis nacional, con actuaciones que ratificaron su nivel ante rivales de jerarquía, pero que también evidenciaron la necesidad de mayor consistencia para sostenerse en la elite.

Además, el 14 de septiembre conquistó el Challenger de Guangzhou tras imponerse en dos set por 6-2 y 6-3 al argentino Juan Manuel Cerúndolo, logrando el único título de los tenistas nacionales en el circuito en 2025. 

Jarry, entre buenas actuaciones y falta de continuidad

Nicolás Jarry tuvo un año condicionado por pausas competitivas y problemas físicos. Si bien logró pasajes destacados —con Wimbledon como uno de los puntos altos de su temporada—, su ranking volvió a experimentar variaciones importantes, reflejo de un año sin regularidad sostenida.

En su mejor actuación en el pasto londinense, Jarry llegó hasta la ronda de los 16 mejores desde la qualy y en la primera ronda despachó al noruego Holger Rune, en aquel momento 8 del mundo, tras remontar un doble 4-6 en los primeros set y cerrando el partido con un 7-5, 6-3 y 6-4.

A pesar de ese gran momento, las interrupciones en su calendario y su disponibilidad parcial para la competencia por equipos terminaron por marcar una campaña lejos de su mejor versión.

Garin y la búsqueda de reconstrucción

En un contexto adverso, Cristian Garin apareció como el jugador chileno con mayor continuidad competitiva durante el año. Apoyado principalmente en el circuito Challenger, el ariqueño sumó victorias, recuperó confianza y logró escalar posiciones en el ranking, aunque sin conseguir todavía un regreso definitivo al circuito ATP principal.

Su temporada estuvo atravesada por la resiliencia y la necesidad de reconstruir su juego en un escenario cada vez más competitivo. Se consagró en 4 competencias durante el año, siendo protagonista en los Challenger de Mauthausen, Oeiras, Antofagasta y Montevideo, en el cual dejó en el camino a Tomás Barrios en semifinales.

Barrios y un año de empuje silencioso

En medio de una temporada marcada por la irregularidad de las principales raquetas, Tomás Barrios tuvo en 2025 un año de avance sostenido, apoyado en su regularidad en el circuito Challenger. El chillanejo sumó triunfos importantes, mantuvo continuidad competitiva y logró afirmarse como una alternativa confiable dentro del equipo chileno, consolidando su lugar entre los mejores del país.

Sin grandes titulares, Barrios volvió a mostrar una progresión basada en el trabajo y la constancia, manteniéndose cerca del Top 100 y reafirmando su rol como una de las piezas estables del tenis nacional en un año de exigencias.

Un equipo de Copa Davis con buenos nombres, pero sin margen

Más allá del episodio ante Bélgica, el equipo chileno de Copa Davis volvió a mostrar en 2025 un alto grado de compromiso competitivo, con un plantel que respondió desde la actitud y la cohesión, pero que evidenció nuevamente las dificultades para sostener el nivel frente a selecciones con mayor profundidad y rodaje en el circuito.

Bajo la conducción de Nicolás Massú, Chile compitió con intensidad, aunque quedó expuesto a un margen de error mínimo, donde ausencias, lesiones o episodios puntuales terminaron pesando más de la cuenta. Una realidad que vuelve a plantear el desafío de ampliar la base competitiva para sostener resultados en el largo plazo.

Copa Davis y el episodio que marcó el año

La participación de Chile en la Copa Davis 2025 quedó marcada por uno de los episodios más polémicos del tenis nacional en los últimos años: El incidente ocurrido en la serie ante Bélgica, protagonizado por Cristian Garin y Zizou Bergs.

Durante el desarrollo de la llave, un choque en cancha tras un festejo del jugador belga dejó a Garin afectado y motivó un reclamo formal del equipo chileno. La continuidad de la serie, pese a la protesta, generó molestia en el plantel, el cuerpo técnico y la Federación de Tenis de Chile, además de una amplia repercusión internacional.

Más allá del resultado deportivo, el episodio abrió cuestionamientos sobre los protocolos arbitrales y de seguridad en la competencia, dejando a Chile con la sensación de haber sido perjudicado en una instancia clave.

Bajo la conducción de Nicolás Massú, el equipo nacional mostró compromiso y cohesión, pero volvió a evidenciar el estrecho margen competitivo frente a selecciones con mayor profundidad y continuidad en el circuito.

El recambio empieza a asomar

Uno de los aspectos positivos de la temporada fue el impulso al desarrollo de jóvenes tenistas, favorecido por el regreso y fortalecimiento de circuitos como el Milo Tenis Tour, además de la realización de torneos ITF y Challenger en el país.

Varios jugadores lograron sumar sus primeros puntos ATP, ampliando la base competitiva nacional y entregando una señal alentadora en un escenario históricamente complejo para el desarrollo del tenis chileno.

Chile como sede y los desafíos pendientes

Durante 2025, Chile volvió a consolidarse como sede de torneos profesionales, especialmente del circuito Challenger, lo que permitió mayor competencia local y nuevas oportunidades para los jugadores nacionales. Sin embargo, la brecha entre competir en casa y consolidarse en el circuito mayor siguió siendo un desafío pendiente.

El tenis femenino marcó presencia

El tenis femenino chileno también tuvo hitos relevantes durante el año. Uno de los más importantes fue la designación de Santiago como sede de las finales de la Billie Jean King Cup Junior, certamen que reunió a las mejores selecciones Sub 16 del mundo y permitió a Chile competir como anfitrión, reforzando su apuesta por el desarrollo desde las categorías formativas.

La representante nacional Antonia Vergara tuvo un importante ranking alcanzado el puesto 426 del WTA y ganando su primer trofeo individual en el W15 de Santiago, donde venció a la argentina Carla Markus, y un título de dobles en el circuito ITF.

En el ámbito profesional, el país volvió a tener protagonismo con la realización del LP Open WTA 125 en Hacienda Chicureo, torneo que reunió a jugadoras del Top 100 y contó con presencia nacional en el cuadro principal, con Antonia Vergara y Fernanda Labraña como representantes chilenas. El certamen reafirmó la importancia de contar con eventos WTA en el país y ofreció una vitrina clave para las tenistas locales.

De este modo, el tenis chileno cerró 2025 como un año de transición y exigencias. Sin grandes celebraciones, pero con aprendizajes relevantes, la irregularidad de sus principales figuras, la herida abierta que dejó la Copa Davis y las primeras señales de recambio marcaron una temporada que dejó más preguntas que certezas.

Con un margen cada vez más estrecho en el alto nivel, el desafío inmediato será transformar el trabajo de base en resultados sostenidos y recuperar la regularidad competitiva, tanto en el plano individual como en el colectivo.

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