El chileno Fernando González (14º de la ATP) no fue capaz de confirmar su excelente estado de forma en el ATP de Barcelona y cayó preso de sus propios errores ante el español David Ferrer (13º) por 6-2, 2-6 y 6-7, resultado que le imposibilitó seguir con vida en el certamen catalán.
Tras un comienzo demoledor en el que exhibió un repertorio de nivel superlativo, el chileno se fue desdibujando con el correr del partido y paulatinamente le cedió la iniciativa a un corajudo jugador español que no desaprovechó la oportunidad que le dio su rival.
El primer set ante el hispano debería estar considerado entre lo mejor que ha mostrado González en la presente temporada. Con una alta dosis de confianza y apelando por cierto a su derecha mortífera, el santiaguino logró disminuir el ímpetu de su contrincante, apropiándose rápidamente de dos quiebres de servicio.
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| El santiaguino falló en instancias decisivas en el torneo Conde de Godó. (Foto: EFE) |
La pizarra terminó 6-2 a favor del triple medallista olímpico y se pensaba que proseguiría con su ritmo infernal. Pero tal como le sucedió en el duelo anterior ante Verdasco, el nacional se entrampó víctima de sus propios yerros y con eso dio pie a la reacción del ibérico que apelando a su amor propio se apropió del segundo set por 6-2.
Con la moral en alto, Ferrer tomó ventaja rápidamente en la tercera y definitiva manga con un rompimiento en el cuarto juego. El español alcanzó a estar 4-1 arriba en la cuenta, pero González con lo último que le quedaba de energía consiguió devolver el quiebre y llevó el duelo hasta un 5-5 expectante.
Pasaron dos juegos más y llegó inevitablemente el tie-break, que se mantuvo parejo hasta el 5-5 hasta que el de La Reina cometió un error imperdonable para estas instancias: doble falta y punto de partido en contra. Ferrer no perdonó y se llevó un merecido premio gracias a sus propios aciertos y a la irregularidad que sigue latente en Fernando González.
En la final, David Ferrer se medirá ante el mejor tenista del mundo, Rafael Nadal, en lo que será un duelo de españoles en su propia tierra.