El superintendente de Quiebras Rodrigo Albornoz, señaló que, junto con las Cámaras de Comercio de Chile y de Santiago buscarán formas de modificar la legislación existente, para así enfrentar y evitar el gran número de quiebras de empresas en los últimos meses.
"Hoy día nos juntamos (...) para básicamente identificar algunas reformas que sean una propuesta pequeña, al detalle pero inteligente, que promuevan tanto evitar la quiebra como, una vez declarada la quiebra, pueda salir sin ningún problema de ese estado", afirmó.
Albornoz dijo a El Diario de Cooperativa que en Chile "no tenemos una ley que promueva el reemprendimiento de una empresa", detallando que en los últimos tres años, de 470 quiebras, sólo 33 empresas declararon continuación de giro y 22 de ellas fracasaron.
Por ello, "cuando una empresa está en situación de quiebra, yo diría que es el final de la empresa", admitió el superintendente, quien a su vez valoró las medidas que ha tomado el Gobierno para impulsa entrega de dinero, repactaciones o créditos a las pymes para impedir que se vayan a la quiebra.
El superintendente también pidió poner atención a que las quiebras no solamente afectan al mundo empresarial, ya que toda quiebra conlleva "el término del empleo y la incertidumbre por parte de los trabajadores que laboraban en esta empresa: y el año 2007 cerramos con 1.100 trabajadores afectados por quiebras y durante el 2008 con 4.000".
La autoridad agregó que entre las áreas más impactadas por la quiebra están la construcción, la metalúrgica no metálica, el transporte y el comercio mayorista.