Estado brasileño reprimirá a los "ladrones de besos" en el carnaval
Las autoridades de Pernambuco buscan terminar con los "beijódromos", especie de cordón humano donde se obliga a las personas a besar para poder pasar.
Las autoridades de Pernambuco buscan terminar con los "beijódromos", especie de cordón humano donde se obliga a las personas a besar para poder pasar.
Las autoridades del estado brasileño de Pernambuco castigarán con todo el peso de la ley a los "ladrones de besos", que suelen surgir por millares durante el carnaval, que este sábado ha volcado a millones de personas a las calles de las principales ciudades del país.
El Ministerio Público de Pernambuco, estado nororiental cuya capital es Recife, emitió el viernes una medida para cohibir los "besos forzados" en el emblemático balneario de Olinda, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la ONU.
La norma oficial autoriza a la Policía Militar y la Guarda Municipal a atender las denuncias de cualquier persona que sea obligada a besar, y a detener al "besuqueador indomable", a quien un juez impondrá una multa.
Mil doscientos policías militares y cien guardas municipales apoyados por cámaras de video han sido distribuidos los puntos de mayor afluencia de público en Olinda, distante apenas siete kilómetros de Recife.
La medida, ya criticada con vigor por los incansables "folioes" o festivos, busca poner fin a los "beijódromos" (besódromos), especie de cordón humano que grupos de hombres o mujeres montan para obligar a las personas a besar como condición para dejarlas pasar. (EFE)