El actor Benjamín Vicuña defendió el vuelco político que ha tenido su carrera y aseguró que se debe a que "amo a mi país, quiero profundamente a Chile y a los chilenos" porque "tengo una vocación profundamente desarrollada y una conciencia".
"En ese sentido, el trabajo con Unicef no es gratuito, tiene que ver con trabajo y le meto tiempo, energía dedicación al futuro de mi país, que son los niños", explicó el actor en Una Nueva Mañana.
Además, Vicuña acaba de estrenar la película "Dawson, Isla 10", donde interpreta el rol de Sergio Bitar -en cuyo libro está basada la obra- y que relata la historia del campo de concentración en la austral isla durante la dictadura.
Sobre su rol en la cinta, el actor dijo tener un "particular compromiso con esta película, en transmitir mi gente, a las nuevas generaciones, este episodio".
"Represento a una generación huérfana de utopías y que tuvimos que cargar una mochila de algo que sucedió, pero que en realidad no teníamos los matices, ni las razones y era (una época) bastante polarizada", dijo.
Ni blanco ni negroVicuña contó que en "las conversaciones con el equipo, con Miguel Littin que lo vivió muy de cerca y con otros políticos, te das cuenta que nada es blanco ni negro. Esa es la idea un poco de la película, narrar los detalles, los matices, las responsabilidades y las culpas".
El actor calificó a Miguel Littin, director de la cinta, como "un grande, un señor del cine, un maestro, una persona tremendamente creativa, con un universo poético único, una persona consecuente, coherente, política y generosa".
También habló sobre la postulación a los premios Goya y los Oscar, indicó que están "muy contentos con la nominación" y aprovechó de agradecer a los pares "que son los que postulan la película" aunque aclaró que "esto no quiere decir que sea mejor o peor que otras".