Dos sobraron en la cuarta noche festivalera

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Autor: Cooperativa.cl

Simply Red y RKM & Ken-Y no dejaron espacio en la Quinta.

El costo lo pagaron unos intrascendentes Paolo Meneguzzi y Manpoval.

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Cuarta noche de Festival y los contrastes fueron demasiado evidentes, pasando de la pulcritud y calidad de los británicos Simply Red hasta el baile y "perreo" de RKM Y Ken-Y, claro que con un "lapsus" que incluyó a Paolo Meneguzzi y el trío humorístico Manpoval.

ImagenLa primera, y más relevante, presentación de la jornada fue la de Simply Red, en la práctica la banda soporte de Mick Hucknall, quien con una voz digna de una grabación de estudio deleitó al público con clásicos del pop/soul que el grupo entregó a la música principalmente en la década de los 90.

Incluso los covers que toca el grupo -"You make me feel brand new" y If you don't know me by now"- suenan tan propios que encantan a la audiencia, sobre todo por el carisma vocal de "Red" Hucknall, quien parece dar una clase constante de interpretación.

Por eso se explica que un "Stars" o un "Something got me started" causen tanta conmoción en la gente, al punto de poner en aprietos -por primera vez de forma real- a los animadores, quienes debieron "pedir perdón" por el último bis que nunca llegó, tras cerca de una hora y 15 minutos de actuación.

A su turno, a eso de las 01:45 horas, RKM & Ken-Y repusieron el reggaetón en Viña, una "tradición" de cuatro años que este 2009 tiene incluso a dos exponentes.

ImagenAunque sus letras se alejan del más clásico "perreo", el ritmo se instala de igual forma, mas cuando el anfiteatro viñamarino se llena de seguidores fieles, que cantan y piden que la fiesta siga hasta la última hora posible, incluso cuando la transmisión televisiva termina y aunque sea Ken-Y quien se lleva el peso de la entrega sónica del dúo boricua.

Así, y con "Mis días sin ti" fuera del aire, resulta aún más incomprensible que Paolo Meneguzzi salga a escena, con serios problemas de sonido y afinación, apelando sólo a los gritos de adolescentes obnubiladas por una imagen.

También sobró Manpoval. Rutina de buen inicio, flojo desarrollo y peor final. Por algo ambos no se llevaron ni siquiera una Antorcha, a estas alturas un reconocimiento casi incluido en el contrato, más aún con la postura de la dupla Onetto-Camiroaga, que claramente opta por no complicarse.

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