El ministro español de Cultura, Ernest Urtasun, mantuvo la idea de que Israel no debe participar del popular Festival de la Canción de Eurovisión y enfatizó que "no hay razón para levantar el boicot", porque el alto el fuego no se está respetando y siguen las matanzas y los ataques en Gaza.
"Israel tiene bloqueada una solución política a través de la creación de un Estado palestino plenamente soberano" y, hasta que eso no ocurra, "el boicot cultural debe seguir", afirmó a la prensa.
De hecho, puso como ejemplo el caso de Sudáfrica, donde "un boicot deportivo y cultural que fue crucial para terminar con el 'apartheid'", algo que debe repetirse contra "están cometiendo la mayor atrocidad del siglo XXI".
Con sede 2026 en Viena, Austria, el festival enfrenta un posible cisma histórico, pues además de España hay otros países -como Irlanda, Países Bajos, Islandia y Eslovenia- que amenazan con no participar en la próxima edición.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del certamen, tenía en su agenda analizar el caso de Israel, pero la discusión quedó suspendida a raíz del acuerdo de alto el fuego en Gaza, a mediados de octubre.
La votación del público, que hasta ahora tiene 20 opciones por persona, se ha transformado en un campo de batalla político, porque se organizan campañas a favor y en contra del representante que el país asiático occidental envía al concurso musical, nacido en 1956.
A favor de la participación israelí se manifestó la radiotelevisión pública austríaca ORF, porque "es el momento de la diplomacia en el seno de la EUR. Vamos a discutir, hablar y escuchar y tratar de convencer. Y habrá nuevas reglas (...) es la 70ª edición del Festival de Eurovisión y realmente queremos ser anfitriones para todos".