El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le hizo tres peticiones al mandatario electo de EE.UU., Barack Obama: un cambio en la política hacia América Latina, el fin del embargo a Cuba y el cese de la violencia en Medio Oriente.
Lula expuso sus deseos en la intervención con la que puso fin al primer día de debates de la Cumbre de América Latina y el Caribe, que concluirá mañana en el balneario brasileño de Costa de Sauípe.
Según el gobernante brasileño, si se cumplen sus deseos, podrá considerar que la victoria electoral de Obama no será apenas de un simbolismo excepcional por ser el primer negro en presidir Estados Unidos.
"Si eso ocurre, pienso que, además del simbolismo de la elección de un negro, podré decir que creo, cada vez más, que Dios existe", afirmó Lula, el primer obrero en llegar a la Presidencia de Brasil.
"La elección de un negro para presidir la nación más rica del mundo en un país en donde hace 40 años fue asesinado Martin Luther King no es poca cosa. Es algo de un simbolismo excepcional", aseguró.
"La otra (petición) es ponerle fin al bloqueo a Cuba. Es que tome la decisión de ponerle fin al bloqueo, que no tiene más explicación económica o política. No existe ninguna razón", aseveró.
Lo último es "el fin de la violencia en Medio Oriente. ¿A quién le interesan tantos conflictos?", se preguntó.
 |
| Lula felicitó a Raúl Castro por el ingreso de Cuba al Grupo de Río. (Foto: EFE) |
Según Lula, la posibilidad de una nueva política estadounidense hacia América Latina y el fin del embargo coronarán las grandes transformaciones que ha experimentado la región en los últimos ocho años.
"Hace algún tiempo (el presidente venezolano Hugo) Chávez estaba solito. Y ahora quién imaginaría que un indio gobernaría Bolivia, que un obispo de la Teología de la Liberación gobernaría Paraguay", dijo en alusión a Evo Morales y Fernando Lugo, respectivamente.
Lula también se refirió a la llegada a la Presidencia argentina de Néstor Kirchner, ex gobernador de Santa Cruz, quien fue reemplazado en la Casa Rosada por su esposa, Cristina Fernández, así como a la presencia de la mandataria chilena, Michelle Bachelet, en la cumbre.
"Puedo citar otros ejemplos", dijo el mandatario brasileño, quien destacó que todos esos cambios fueron los que permitieron que el Grupo de Río le diera la bienvenida a Cuba como nuevo miembro del principal foro de concertación política de América Latina.
Tras felicitar a Raúl Castro, el gran protagonista de las cumbres en Costa do Sauípe, por el ingreso de su país al Grupo de Río, Lula lamentó que su hermano Fidel no estuviese presente en este momento y sentado en la mesa entre Raúl y su canciller Felipe Pérez Roque.
"Pero sabemos que él nos está acompañando y la felicidad que tendría si estuviese aquí", manifestó.