El propietario del siniestrado local "República de Cromagnon" arriesga penas que van de los ocho a los 25 años de cárcel por la muerte de 191 jóvenes.
Omar Chabán, el dueño de la discoteca de Buenos Aires donde el 30 de diciembre de 2004 murieron 191 personas como consecuencia de un incendio, fue procesado por la Justicia por el delito de "homicidio simple por dolo eventual".
Chabán, quien fue detenido el 31 de diciembre de 2004, arriesga penas que van de los ocho a los 25 años de cárcel y puede llegar a ser sometido a juicio oral durante este año, evaluaron las fuentes.
La medida fue adoptada por la jueza a cargo de la investigación, María Angélica Crotto, quien además trabó un embargo por 57,6 millones de pesos argentinos (más de 11.000 millones chilenos) sobre los bienes del empresario.
El procesamiento fue dictado el domingo 30, pero se conoció este lunes 31 a raíz de que le fue comunicado oficialmente al propietario del local "República de Cromagnon" en la cárcel de las afueras de la capital argentina en la que se encuentra alojado, informaron fuentes judiciales.
Aunque por ahora el empresario es el único procesado, en la resolución la jueza aseguró que continuará "avanzando sobre otras líneas de investigación que se han trazado, a efectos de poder establecer la posible existencia de otros responsables del hecho materia de investigación".
El abogado del empresario, Pedro D'Attoli, aseguró que tanto él como su cliente consideraban previsible el procesamiento, aunque reclamó que Chabán no debe ser "sacrificado como Jesucristo" y pidió que se investigue la responsabilidad de todos los involucrados.
Por otra parte los parientes y amigos de las víctimas exigieron la renuncia del jefe del Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, quien el viernes 28 acudió a la Legislatura local para dar explicaciones sobre lo ocurrido, en una interpelación que quedó inconclusa.
La jueza Crotto embargó de manera cautelar tanto los bienes de Ibarra y de dos ex funcionarios del Ejecutivo municipal como los de los miembros del grupo de rock "Callejeros", que daba un concierto ante miles de jóvenes cuando se produjo el siniestro.
El viernes Ibarra admitió ante los diputados y numerosos familiares de los fallecidos que "fracasaron" las inspecciones dispuestas por el Gobierno porteño para controlar el funcionamiento de las discotecas de la ciudad.
Los investigadores comprobaron que la discoteca en la que se produjo el incendio no tenía la habilitación municipal en regla, carecía de ciertas medidas de seguridad y que cuando se inició el fuego por una bengala arrojada por el público las puertas de emergencia se encontraban cerradas.
Además de 191 víctimas fatales, en su gran mayoría jóvenes, el siniestro causó más de 700 heridos, de los cuales 18 aún permanecen internados en diferentes hospitales de Buenos Aires y sus alrededores. (EFE)
